El objetivo es implantar al menos un centenar de corales en cada vivero y así mantener a la especie alejada de depredadores, patógenos y de las consecuencias del turismo no sostenible mientras crecen. Se están realizando de bio-construcciones en medio del mar Mediterráneo: se trata de viveros flotantes que ayudan a reconstruir ecosistemas afectados por el calentamiento global. Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más ricos del planeta, biotopos de muchas especies y garantes de la biodiversidad, pero son muy sensibles a los cambios ambientales. Sin embargo, se ven amenazados por el desajuste climático, por el turismo de masa que llega a la isla de Chipre, el desarrollo de la costa y la contaminación agrícola. Puntualmente la cladocora caespitosa es una especie de coral «muy importante» en el Mediterráneo, así que la ciencia está probando nuevas técnicas para reconstruir este ecosistema marino. Por lo general, estos corales se encuentran en zonas muy poco profundas, sobre rocas situadas entre cero y cuatro metros de profundidad e incluso los turistas pueden caminar sobre ellos. Se trata de dos estructuras en dos zonas marinas protegidas, donde se colocaron bloques de amarre que se sitúan a 11 y 17 metros de profundidad, y las redes donde se colocan los pequeños plantines están a 5 metros. El objetivo es implantar al menos un centenar de corales en cada vivero y así mantener a la especie alejada de depredadores, patógenos y de las consecuencias del turismo no sostenible mientras crecen. En la segunda etapa de proyecto piloto se analizará su crecimiento todos los meses para verificar un buen estado de salud y luego serán sacadas del vivero para que crezcan con los corales nativos de la zona. https://www.teledoce.com/
