Hay 19 planes científicos aprobados. Solo 4 pueden hacerse por falta de recursos. Sin embargo, se organizan caros tours de funcionarios y embajadores. –Mientras que los científicos que ganan proyectos de investigación en la Antártida no pueden viajar por fata de recursos, la base uruguaya en ese continente es visitada a cuenta del estado uruguayo por «vuelos VIP»
que incluyen funcionarios de gobierno, embajadores de otros países y empresarios sin ninguna relación con el proyecto.
El Ministerio de Defensa es el organismo que bautizó así los charters de invitados. Cada pasajero le cuesta al Estado entre 3.000 y 4.000 dólares , informa el semanario Búsqueda.
– El Instituto Antártico aprobó 19 proyectos científicos a iniciarse en verano de 2016, los únicos meses en que se puede viajar. Sin embargo, solo cuatro científicos tuvieron lugar en el último vuelo que salió repleto de funcionarios que no justificarían su presencia en la base, de acuerdo a la denuncia. Uno de los «vuelos VIP» partió este martes hacia la Antártida con una lista de pasajeros formada por una escribana del Ministerio de Defensa, una secretaria, un director financiero contable, un abogado del Ministerio de Economía, un contador, una asesora, y el vicepresidente de la Administración Nacional de Puertos, Daniel Montiel, entre otros. Este tipo de visitas son criticadas desde el Instituto Antártico, organismo que denuncia que detrás de estos vuelos hay un «engranaje corrupto». La mayoría de los pasajeros no cumple las normas de protocolo de protección ambiental establecido para los viajeros que quieren llegar hasta la Base Científica Antártida Artigas (BCAA).- Según Búsqueda, el coordinador científico del Instituto Antártico Uruguayo Juan Abdala se muestra en contra de estos viajes. Así se lo manifestó a los pasajeros de este último vuelo el lunes 11 en una jornada de capacitación llevada a cabo en el Ministerio de Educación y Cultura: «A mi no me gusta que ustedes vayan», les dijo. El argumento de Abdala es que mientras estos viajes continúan, hay científicos que no pueden llevar adelente sus proyectos. «Nos preocupa cuando no se prioriza y no se fortalece la actividad científica, y se utilizan las bases como actividad turística, pero mucho no podés hacer porque depende del Ministerio de Defensa», señaló Gabriel Aintablián, de la Dirección de Innovación, Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación y Cultura. No todas las visitas son inoportunas. En 2010, estuvo allí el presidente Tabaré Vázquez, quien fue a darle respaldo político a la experiencia antártica. En esa ocasión fue acompañado del presidente de Cutcsa, Juan Salgado. También estuvieron José Mujica y Carolina Cosse, en su etapa como presidenta de Antel.-De hecho algunos organismos públicos como UTE, Antel, Abvap, Fuerzas Armadas, que justifican sus viajes a la Antártida. Pero también hay muchas personalidades públicas que, en apariencia, no tienen nada que hacer en la Base Antártica. Búsqueda menciona los casos de los embajadores de Egipto y Suiza, y de un empresario vinculado a la empresa de helados Crufi.-Para quienes impulsan este tipo de visitas VIP es importante que se vea lo que se está haciendo. De esa opinión es Albert Lluberas, director de secretaría general del Instituto Antártico Uruguayo. «Algunos ven esto en forma subjetiva y no analizan el contexto», comentó. Abdala, sin embargo, dijo que los viajes tienen «un engranaje corrupto» y es un «lugar para hacer favores» y «gauchadas». Agregó que «la Masonería» está presente «en todo».-«Favor o coima gratis es lo mismo. Esto es un mini Ancap», aseguró el coordinador científico del Instituto Antártico.- (SUBRAYADO)