Se trata de una orca hembra con un síndrome hasta ahora no registrado en estado salvaje, que ya fuera avistado en 2015 y 2016, explicaron desde la OCC a Montevideo Portal. Este fin de semana, un ejemplar de orca fue visto a pocos metros de la costa frente a Arachania. Si bien en las últimas semanas hubo otros reportes de avistamientos en la zona (por ejemplo en La Balconada hace un mes) esta vez pudo ser observada claramente y se comprobó que se trata de un ejemplar con la aleta dorsal caída. Rodrigo García, director de la Organización de Conservación de Cetáceos, explicó a Montevideo Portal que se trata del mismo ejemplar que fuera visto y fotografiado en el año 2015, un «caso único mundial registrado en estado salvaje». La OCC está realizando justamente un trabajo sobre los registros de orcas con síndrome de aleta flácida en la costa de La Paloma, que será publicado en los próximos meses y que tiene como protagonista a este ejemplar.
Según explica el trabajo hecho por el propio García y por María Piotto, la caída de la aleta dorsal en Orcinus orca es un fenómeno que implica la alteración de la posición erguida de la aleta. Estas modificaciones son abundantes en individuos en cautiverio -predominantemente en machos-, pero en este caso lo curioso es que el registro es de un ejemplar hembra que se encuentra en libertad. El avistamiento de este ejemplar en aguas costeras de La Paloma, fotografiado en tres oportunidades y «con su aleta dorsal parcialmente colapsada hacia el lado derecho» confirma la posibilidad de caída de las aletas dorsales en hembras de esta especie. La aleta dorsal en las orcas macho mide 1,6 m y posee la forma de un triángulo isósceles; en hembras y machos juveniles alcanza un metro de altura y es curva, explica el trabajo de la OCC. La caída de la aleta dorsal -o Flaccid Fin Syndrome (FFS)- «es un fenómeno no patológico que involucra la modificación de la disposición comúnmente erguida de la aleta». Las causas asociadas al FFS «son múltiples y se encuentran poco definidas». Entre ellas se enumeran el estrés, la falta de presión provocada por la corriente u oleaje marino, elevadas temperaturas, alteraciones coespecíficas, deshidratación o cambios dietarios. El FFS «es un patrón repetitivo en individuos en cautiverio». No obstante, «ejemplares con la aleta dorsal levemente doblada en la punta, parcialmente colapsada, colapsada, o con ondulaciones han sido reportados en condiciones salvajes». Los machos representan la mayor proporción afectada (además, prácticamente la totalidad de los ejemplares en cautiverio desarrollan FFS). Las hembras en cautiverio pueden presentar también este síndrome, como se ha observado en el Seaworld de Orlando y otros parques acuáticos, pero casos de orca hembras con FFS en condiciones salvajes no habían sido reportados hasta el momento.
En un periodo de 21 meses, los autores del trabajo dedicaron un promedio de 18 horas semanales de observación. Tres avistamientos de este ejemplar de Orcinus orca fueron realizados en las aguas costeras de Rocha en ese tiempo, aunque deben sumarse ahora las últimas apariciones de este visitante frecuente de las costas uruguayas. http://www.montevideo.com.uy