En ese contexto, gobierno recibió con satisfacción que S&P le ratificó nota.
Por estas horas, las metáforas están a la orden del día para ilustrar qué es lo que pasa en Argentina y cómo ese escenario puede pegar en Uruguay. Nubarrones, tormenta, turbulencias. La disparada del dólar en el país vecino y el anuncio del presidente Mauricio Macri de que pedirá ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), sumado al alza del billete verde en el mercado local —esta semana trepó 4,5% frente al promedio del viernes (ver aparte)— prendió algunas luces amarillas.
El gobierno es cauto y en ese sentido anoche recibió con satisfacción el anuncio de la calificadora Standard & Poors (S&P) de que le ratificó la nota de la deuda en BBB (un escalón por encima del mínimo del grado inversor) y la perspectiva «estable». «Le bajaron la nota a Colombia, Argentina pide ayuda al FMI» y a «Uruguay le mantienen su mayor calificación histórica», graficó una fuente del gobierno a El País. Precisamente, S&P puso como una de las razones que «Uruguay ha avanzado considerablemente en el desacople de su economía de la de sus socios comerciales regionales».
«Que nadie espere situaciones desequilibrantes en Uruguay como consecuencia de lo que está pasando en Argentina», dijo ayer el ministro de Economía, Danilo Astori, al programa Cambiando de Aire de TNU. «No esperamos ningún coletazo, ajuste o desequilibrio importante», añadió el jerarca.
El sismo que sacude a Argentina junto a la trayectoria al alza de la divisa estadounidense en el plano local provocó que diferentes sectores de actividad estén con un ojo puesto en la Casa Rosada y con el otro en las pizarras de los cambios.
Turismo.
Argentina es el principal cliente de Uruguay en materia turística —casi ocho de cada 10 visitantes fueron de esta nacionalidad en el primer trimestre del año. «Somos argentino-dependientes», resumió el presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), Juan Martínez.
Además, el dirigente gremial planteó que si el peso argentino continúa cayendo, Uruguay como destino turístico «queda fuera de competencia».
Para la gremial, este escenario vuelve necesario el retorno de los beneficios tributarios que Uruguay otorgó a los no residentes (a partir de mayo empezó a regir un esquema modificado, que en los hechos recortó la devolución impositiva). Esto surgió en una reunión que la Camtur tuvo ayer con el Ministerio de Turismo. Uruguay, dijo Martínez, «no es un país barato» y este instrumento «ayuda» a ganar competitividad. En tanto, el intendente de Maldonado, Enrique Antía dijo ayer en ADM que «esta buena medida que tomó el gobierno, no la suprimiría, es una mala señal, lo que pasa que como está necesitando plata, la quieren sacar de todos lados».