TOPE DE EMISIONES DE SULFURO: LA AMBICIÓN 2020

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Regulación OMI busca reducir emisiones en la industria navieraLa preocupación por la sustentabilidad medioambiental se ha tomado las agendas de todas las industrias relacionadas al transporte. Un claro ejemplo, es la normativa OMI que obliga reducir las emisiones de sulfuros del actual 3,5% a apenas un 0,5% al 2020, el tema continúa acaparando las tribunas de la industria. De seguro que es una meta bastante ambiciosa, especialmente considerando los costos de implementación asociados. Ya varios documentos de análisis han comenzado a circular, enumerando los posibles problemas que surgirán entre armadores para lograr cumplir con la reglamentación en el plazo estipulado. La International Chamber of Shipping (ICS) en su reporte anual 2017 dedicó un amplio análisis a los muchos problemas que la industria tendrá que enfrentar para poder cumplir con esta carrera en contra del tiempo. Entre algunos de los temas clave que navieras y expedidores tendrán que enfrentar está “el desarrollo de un formato estandarizado para reportar la no disponibilidad de combustible, para que sea usado como respaldo de la evidencia de que un cierto barco no pudo acceder al combustible autorizado y también el desarrollo de un sistema de orientación para asistir a los Estados Miembros de (OMI) y stakeholders en evaluar el contenido de sulfuro en el combustible entregado para uso interno de la embarcación, basado en los recursos disponibles para verificar que los combustibles proporcionados a las embarcaciones cumplan con las especificaciones de límites de sulfuros permitidos en la nota de entrega bunker”. La alternativa de combustibles alternativos. De acuerdo a un extenso análisis desarrollado por el proveedor de información de energía y commodities S&P Global Platts, “los costos bunker anuales de la industria naviera podrían aumentar en hasta US$60 mil millones al 2020 para cumplir con la regulación de emisiones de sulfuro de OMI; pues al anunciar la regulación se supuso que la mayoría de la flota mundial haría el cambio a un combustible de menores emisiones”. Los dueños de la carga tienen una variedad de opciones para escoger cómo enfrentar esta alza en costos de combustibles en menos de tres años. Es probable que hacer el cambio a combustible de 0,5% emisión de sulfuros sea la principal opción, especialmente considerando los actuales problemas de baja demanda y los estragos económicos que eso ha causado, pero los dueños de la carga también pueden invertir en tecnología de limpieza de emisiones, cambiar a combustibles ‘limpios’ o simplemente ignorar las reglas y cruzar los dedos para que nadie se dé cuenta. El Gas Natural Licuado (GNL) y el metanol son las opciones más populares como combustibles bajos en emisiones de carbono. Sin embargo, cualquiera de estas alternativas –aunque más baratas que los sistemas de limpieza de emisiones- vienen a un alto costo de implementación para las naves existentes, que deberán modificar sus sistemas de combustión para adaptarse a un nuevo combustible. GNL está ganando popularidad y podría terminar siendo la opción más utilizada en 2020, especialmente ya que se están masificando las instalaciones bunker de GNL en los puertos alrededor del mundo. El gran problema que las embarcaciones con GNL podrían enfrentar es la complejidad y costos de los sistemas de almacenamiento de GNL, junto con el tamaño y localización de tanques bunker y su impacto en la capacidad de carga o rango de operación del barco.Por otra parte, el metanol es una opción bastante más económica, pero las preocupaciones sobre seguridad y los riesgos asociados al almacenamiento y transporte del altamente inflamable químico de alcohol.¿Tecnología al rescate?Los sistemas de limpieza de gases de escape, también conocidos como ‘scrubbers’ (depuradores) son una alternativa para aquellos que no desean dejar el petróleo como fuente de combustible. Sin embargo, aún hay significativas interrogantes respecto de los costos, confiabilidad y desempeño ambiental. También hay que tener en consideración temas de seguridad ocupacional ante la eventual exposición a residuos, especialmente si se deben mantener a bordo de la embarcación, ya que lo más probable es que la descarga al mar esté prohibida. Actualmente hay un puñado de embarcaciones usando esta tecnología, principalmente barcos de pasajeros y ferris. No obstante, la situación podría cambiar al 2020 en especial para las naves más nuevas, aunque todo se definirá según el precio del combustible bajo en sulfuros. Por MundoMaritimo

 

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