«En la medida en que tiene personas con coronavirus, no puede hacerlo», dijo este miércoles el canciller. El canciller Ernesto Talvi anunció que va a haber «algunos ajustes» en la política que se lleva en la frontera a raíz de la emergencia sanitaria. Las declaraciones fueron en rueda de prensa este miércoles luego de una reunión con la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Diputados. Ayer, en una reunión con el presidente Luis Lacalle Pou, el ministro del Interior Jorge Larrañaga, el ministro de Defensa Javier García y el ministro de Salud Pública Daniel Salinas «se resolvieron dos o tres cosas importantes» sobre la frontera «sin modificar la sustancia» de la política que se ha desarrollado hasta ahora, dijo Talvi. El economista aclaró que se tiene en cuenta que se trata de la frontera seca con Brasil. «Queremos afectar lo mínimo posible la vida de las ciudades binacionales, pero se van a tomar algunas medidas», comentó. Una de ellas es promover el cuidado voluntario ya sea con el uso de tapabocas o con evitar aglomeraciones. Luego, también se van a hacer controles en la «cabecera de los puentes». Asimismo, se realizarán controles sanitarios y controles aduaneros «que aseguren que el tránsito se hace en las condiciones adecuadas y que entran al país aquellos que estén autorizados». En la misma línea, explicó que se van a «fortalecer los controles en lo que se podría llamar una segunda frontera dentro del territorio nacional en las carreteras y caminos accesorios” para controlar el ingreso. Por otra parte, en relación a los uruguayos varados en el exterior, el colorado informó que todavía quedan 273. Los lugares con una «masa crítica» son España, Italia, Cuba, República Dominicana y Estados Unidos.
Luego, también hizo mención al barco Greg Mortimer que está en la zona de servicios del puerto de Montevideo. «Ya está pasando mucho tiempo. Pensábamos que, para este momento, el buque ya iba a poder estar pronto para zarpar. Sin embargo, en la medida en que tiene personas con coronavirus, no puede hacerlo». En la misma línea, contó que se le hizo «saber a la empresa que al gobierno uruguayo le gustaría ver algún tipo de movimiento y solución para la gente que ya ha estado muchísimo tiempo en altamar». Asimismo, se habló para «ver si se puede organizar algún corredor que permita la salida a parte de la tripulación no esencial para llevar el buque al puerto o algún recambio de tripulación». En el Greg Mortimer solo queda la tripulación, de los cuales 37 dieron positivo a pruebas de COVID-19 y hubo 50 resultados negativos. Los pasajeros que estaban de vacaciones descendieron en abril en varios corredores humanitarios y tomaron vuelos para salir del país. https://www.elpais.com.uy/