Ahora mismo, se ve esa zona del puerto que conocimos incambiada por tres casi cuartos de siglo tan cambiada que la desconocemos. Una vez más hemos sido sorprendidos con los avances de las obras portuarias que la empresa UPM está llevando a cabo en el puerto en la llamada zona de Mántaras que en el pasado fue el amarradero de los barcos de cabotaje y más recientemente muelle de los barcos pesqueros con su correspondiente muelle que, dicho sea de paso, fue barrido. Nos referimos a las obras de relleno de un amplio espacio acuático entre los nuevos muelles C-D y tierra firme del muelle Mántaras, que para nosotros era la continuación de la calle Río Branco. Incluso el Rowing Club tenía esas señas suponemos sin número. Bueno, la sorpresa es que tales obras de relleno llegaron a su fin ejecutadas por la empresa dragadora belga JDNul. Según se nos ha dicho, la siguiente operación consistirá en la instalación de un tablaestacado para evitar que esos costosos rellenos se vayan deslizando hacia fuera de los límites proyectados. La imagen muestra un barco atracado en el muelle D y el relleno ya afloró y emparejó el muelle Mántaras; ya desapareció el lugar donde por años estuvo el dique flotante Tsakos y con un poco de imaginación se puede intuir el espacio que ocupará el Muelle UPM para el amarre de los grandes barcos de la celulosa, unos 240 metros de largo por 40 de ancho.Otra etapa será comprimir todo ese relleno martillando con equipos adecuados y agregando la arena que falte. Los siguientes pasos son construcción del muelle de atraque, levantar el galpón o depósito de celulosa y completar instalación de equipos en rellenos contínuos. Ahora mismo, tal como lo muestra la foto, se ve esa zona del puerto que conocimos incambiada por tres casi cuartos de siglo tan cambiada que la desconocemos. https://negocios.elpais.com.uy/