Se demora puerto pesquero y complica planes de UPM

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La empresa necesita el espacio hoy asignado a buques de pesca y a Tsakos. El directorio de la Administración Nacional de Puertos (ANP) decidió la semana pasada por unanimidad de sus tres integrantes rescindir el contrato que había firmado con un consorcio encabezado por la empresa Teyma para construir un puerto pesquero en la zona de Capurro. La decisión es más que simplemente un contratiempo para la administración porque puede suponer una complicación o una demora para el proyecto de UPM. Es que precisamente en la zona donde hoy está la zona de pesca del puerto de Montevideo y el dique flotante para reparaciones de la empresa Tsakos es donde la empresa finlandesa quiere tener su terminal portuaria por lo que se requiere el traslado de las instalaciones que hoy funcionan allí. La ANP había dado prioridad a la obra ahora cancelada que iba a demandar una inversión de US$ 90 millones y que se preveía que iba a estar finalizada a mediados de 2019. El contrato se firmó el 1 de abril de 2016 pero durante este año se sucedieron los desencuentros entre la administración y el consorcio conformado por Teyma Uruguay S.A, José Chediack SA Industrial Comercial y Agropecuaria y Juan M Lavigne y Cía SA. El 25 de septiembre la ANP pidió al consorcio que presentara una serie de documentos que eran exigidos por las bases de la licitación. El 13 de octubre el grupo presentó documentación con un Proyecto Ejecutivo pero el 30 la ANP consideró que el proyecto no era de recibo y no resultaba aceptable. El 17 y 20 de noviembre nuevas propuestas fueron presentadas por las empresas que la administración volvió a considerar que no eran de recibo. En los considerandos de la decisión de ANP se recuerda que sus servicios técnicos consideraron que el contratista «ha incumplido en todos sus términos con las obligaciones contraídas» y se recuerda que «es de interés de la administración contar con la obra y en el menor plazo posible, ya que ella es previa a otros desarrollos portuarios prioritarios», en lo que parece una obvia alusión a que el espacio es necesario para el proyecto de UPM. La decisión de ANP también dispone la ejecución de las garantías de cumplimiento de contrato (unos US$5 millones) y encomendar a los servicios jurídicos la promoción de las acciones por daños y perjuicios ocasionados a la ANP. La intención del gobierno ahora es hacer rápidamente hacer un nuevo llamado para una obra que será de menor porte. La semana pasada el tema fue analizado en una reunión entre el presidente de la Administración Nacional de Puertos, Alberto Díaz, el vicepresidente Juan José Domínguez y el ministro de Transporte, Víctor Rossi.

Plazos.

Sobre todo esto planea la sombra de los plazos del proyecto de UPM. En estos días UPM presentó al gobierno su proyecto de terminal portuaria, un megaproyecto que supone una inversión de US$250 millones. Si bien todavía no trascendió el lugar donde quiere ubicar sus instalaciones, en el puerto es «vox populi» que su ojo está puesto en el área inmediatamente al sur de la terminal de granos de Obrinel S.A. En el puerto no sobra el espacio ya que en su recinto hay instalaciones como la base de la Armada y la terminal fluvio-marítima de pasajeros que quitan lugar a la operativa comercial portuaria. Fuentes al tanto del proyecto explicaron que, por sus características, el proyecto de UPM no puede convivir con un área pesquera ni con el dique de reparaciones. UPM requiere por lo menos 5,5 hectáreas y necesitará construir muelles de 300 metros y realizar tareas de dragado. Además tiene que construir depósitos, tanto para recibir la celulosa de su planta en el centro del país como para almacenar los productos químicos que irán por tren hacia el norte para ser usados en la fábrica. Fuentes del gobierno dijeron a El País que habrá que encontrar una solución pero que el asunto no es aún urgente y que, de todas formas, se hará el traslado de la zona pesquera. Señalaron también que el traslado del dique flotante de Tsakos » ya está conversado» y no supondrá una dificultad. «Todavía es muy pronto para pensar en una situación alternativa», tranquilizaron las fuentes. Sin embargo, una fuente privada advirtió que la nueva terminal portuaria de UPM insumiría «dos o dos años y medio andando rápido». La ley de Puertos de 1992 establece que para que un privado explote una terminal portuaria exclusiva se requiere, en cualquier caso, un llamado a licitación. UPM podría tener la opción de presentar una iniciativa y, de esta forma, tener un margen de preferencia en ese llamado. Las fuentes explicaron que UPM quiere replicar el modelo que aplicó en Fray Bentos en su primera fábrica: planta y puertos propios. «Acá en el puerto no quieren depender de nadie», dijeron. La posibilidad de que la terminal de UPM ocupase parte del área de la Terminal de Cuenca del Plata, más al sur, cerca de la escollera Sarandí , quedó descartada. La única zona del puerto que se puede expandir, incluso ganando espacio al mar, está a la altura de la Aguada y allí se quiere instalar UPM. La ANP todavía no ha tenido reuniones de coordinación con UPM. El plan de la empresa finlandesa es inaugurar una enorme planta cerca de Centenario (Durazno) que podría procesar 2 millones de toneladas de celulosa al año. Sería la tercera fábrica de celulosa en Uruguay. UPM ya tiene una y la restante, Montes del Plata, está ubicada cerca de Conchillas (Colonia).  www.elpais.com.uy

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