Uruguay XXI se encarga de mostrar al país frente al mundo y de incentivar a que los inversores se fijen en ese pequeño territorio situado entre Brasil y Argentina, al borde del Río de la Plata. Para su director ejecutivo, según manifestó en entrevista con CRÓNICAS, Uruguay transmite al mundo certezas, transparencia, reglas claras y democracia, y la gente de los negocios “tiene claro” el avance que ha habido en energías renovables. -¿Cómo ve actualmente a Uruguay en materia de exportaciones? -El año 2022 fue un año récord de exportaciones tanto de bienes como de servicios, y en el 2023 tuvimos una baja considerable, producto de la sequía donde la soja, por ejemplo, bajó un 85% respecto del año anterior. Para 2024 prevemos un incremento del 14% de las exportaciones respecto de 2023, acercándonos a cifras de 2022. Lo que tiene que ver con la exportación de servicios viene parejo y constante. -¿Qué hace falta para incentivar la exportación de servicios, principalmente pensando a nivel de tecnología y software? -La exportación de servicios se divide entre tecnología y servicios empresariales y profesionales, están divididos mitad y mitad y el total de exportaciones, entre los dos, alcanza los US$ 3.000 millones. Estas empresas tienen sus desafíos, como todas. Las empresas de tecnología tienen el desafío de captar talento, que lo tienen en Uruguay, pero también en otros lados del mundo y en eso se está trabajando. El 50% de la facturación de estas empresas viene de la exportación y son empresas que prácticamente se crean pensando en exportar. Uruguay tiene una legislación sobre la exportación de software que brinda buenos beneficios. También las exportaciones de servicios están exentas de IVA y hay facilidades y beneficios para poder operar desde zonas francas. En materia de empuje, las cosas se están haciendo. Nosotros ayudamos a las empresas a posicionarse en el exterior, posicionamos la marca Uruguay pensando en que, si una empresa local se presenta en el exterior exportando desde nuestro país, el receptor ya sepa que la marca Uruguay está asociada a buenos productos.-¿Y cómo ve la actualidad de las inversiones? -El 2023 fue un muy buen año en materia de inversiones y de anuncios. El nivel de consultas se encuentra bastante constante y hay mucha inversión en todo lo que tiene que ver con el real estate, donde hay una ocupación muy alta. También estamos viendo mucha inversión en tecnología, servicios, agronegocios, temas forestales y de biotecnología. Vemos que hay buenos anuncios de inversión y prospecciones en distintos sectores. -¿Han evaluado el desarrollo de la industria del hidrógeno verde? -En este apartado trabajamos muy de cerca con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) para materializar la Hoja de Ruta de cara al 2040. Hay dos anuncios de inversión privados que se han realizado y nosotros estamos trabajando con ellos. También hay un plan piloto donde el MIEM aporta un capital y el privado va a operar, lo que tiene que ver con movilidad de camiones para el sector forestal. Uruguay tiene muy buenas perspectivas en cuanto a inversiones y las cualidades que tiene para la inversión, en cualquier ámbito, son muy positivas, y brinda muchas certezas. A esto hay que sumarle las características de infraestructura que hay y la energía renovable que hoy tiene el país. Sobre esta base que menciono, se parte desde una muy buena posición para seguir adelante y pensar de manera ambiciosa en el sector del hidrógeno verde. -¿Es el sector con mayor potencial de desarrollo de cara al futuro? -Uruguay históricamente fue un productor de alimentos, pero este año va a cambiar la historia y el primer producto de exportación va a ser la celulosa, por fuera de la carne, la lana y el cuero. Más allá de esto, no deja de ser un país productor de alimentos y produce cantidades 10 veces el tamaño de su población, lo que significa un caso muy particular en el mundo. Por ejemplo, en Europa casi todos los países tienen problemas de seguridad alimentaria, dado que tienen que alimentar a su población y su producción local no cubre su demanda, que es algo que pasa en varias partes del mundo. En el futuro, el mundo va a precisar alimentarse y generar electricidad a partir de energías renovables. Y Uruguay, en estas dos cuestiones, está muy bien posicionado. -Respecto de la Marca País, ¿cómo se le vende Uruguay a un grupo inversor extranjero? ¿Qué se le dice? -La Marca País es lo que le transmitimos al mundo. Uruguay transmite al mundo certezas, transparencia, reglas claras y democracia. También es conocido por las energías renovables y es algo que la gente de negocios tiene muy claro. En temas de sustentabilidad, alimentos y servicios de calidad y el talento que las empresas encuentran, es algo que el mundo percibe de Uruguay como una fortaleza. A su vez, dentro de la Marca País también tenemos marcas sectoriales. Este año acordamos con el Instituto Nacional de Carnes (INAC) para que tenga su marca sectorial Uruguay Meats, al igual que ocurre con Uruguay Wine y Uruguay Wools, que son productos característicos y exportables. La lana uruguaya es de excelente calidad y es producida con un cuidado del bienestar animal importante. Con la carne ocurre lo mismo y se ejemplifica con la trazabilidad. Uno se sienta en un restaurante a comer asado y puede averiguar de dónde viene y cómo fue tratada. Ahora estamos trabajando con la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) para sacar Uruguay Technology y también hay sectores que buscan crear sus marcas sectoriales. -¿Inversores extranjeros le mencionan los casos Marset y Astesiano? -No. Nunca me los mencionaron. -El Tratado de Patentes en el Parlamento uruguayo siempre fue desestimado y actualmente hay quienes argumentan a favor y quienes tienen sus reparos respecto de que el país se adhiera. ¿Qué postura se tiene desde Uruguay XXI? -Uruguay debe firmar el Tratado de Patentes. -¿Cómo evalúa lo hecho en materia de inserción internacional? -Se han hecho grandes esfuerzos, pero acá se precisan dos partes y Uruguay es miembro del Mercosur y tiene normas que cumplir. No hay que quedarse solo con los Tratados de Libre Comercio (TLC) y más para una economía pequeña. Cualquier acuerdo que se haga con un país y por un producto específico es muy importante porque mueve un sector de la economía. Un ejemplo de ello son los acuerdos que se hicieron con China respecto de la carne y el mondongo, que son acuerdos de millones de dólares para el país. -Respecto de la actualidad de la economía, ¿qué lectura hace de la política monetaria llevada a cabo por el Banco Central? Gremiales empresariales han mostrado sus disconformidades respecto del mercado cambiario. -Nosotros tenemos contacto permanente con las empresas que invierten en el país. No solamente les vendemos el país y les mostramos las posibilidades de inversión que hay, sino que también los acompañamos una vez que se instalan, porque es más fácil venderle al cliente que ya tenés que al que no te conoce, porque al que se instala para hacer servicios de contabilidad se le puede decir que brinde desde acá servicios de recursos humanos, de tecnología o marketing. Dentro de ese acompañamiento, también recibimos los comentarios que las empresas nos hacen y, dentro de estos, está la preocupación por el valor del dólar. El gobierno es absolutamente consciente de este reclamo y nosotros, más que transmitir la inquietud, no podemos hacer. “En el 2023 pasaron por Uruguay casi US$ 900 millones en medicamentos” -Uruguay fue destacado por su hub logístico del sector farmacéutico. ¿Es viable replicarlo en otros sectores? -La semana pasada tuvimos la quinta edición de Best Practices in Pharma Supply Chain Uruguay, que es un evento organizado por Uruguay XXI en conjunto con el Instituto Nacional de Logística (Inalog) y grandes empresas y laboratorios internacionales que usan a Uruguay como plataforma de distribución regional. En el 2023 pasaron por Uruguay casi US$ 900 millones de dólares en medicamentos, que gran parte de ellos provienen de Europa y siguen su rumbo hacia la región. Esta plataforma tiene dos patas muy importantes, la legislación, con la Ley de Puerto Libre y la Ley de Zonas Francas, que se trata de la columna vertebral y son normas aceptadas por todos los partidos políticos, manteniéndose como una política de Estado. Esto los empresarios lo ven y lo valoran mucho. La otra pata que contribuye a esto es la infraestructura disponible en el puerto, en el aeropuerto y zonas francas, además del know how para manejar este tipo de productos. Se trata de una cadena que funciona y lo hace muy bien. Esto es trasladable a otro tipo de productos, dado que Uruguay es centro de distribución de muchos productos. La mitad de los contenedores que pasan por el puerto de Montevideo no tienen ni origen ni destino Mercosur. Entonces, esto es replicable a muchos otros rubros. Del núcleo exportador del país el 83% son mipymes, pero “solo representan” el 6% del total de exportaciones -Las cifras de exportaciones de las pymes son muy bajas en comparación con la cantidad de empresas comprendidas dentro de este segmento. ¿Han estudiado este tema? -El núcleo exportador de Uruguay son 1.088 empresas. Cuando hablamos de núcleo exportador, no se trata de las empresas que efectivamente exportaron en 2023, sino que son aquellas que tienen constancia en la exportación. Por ejemplo, las empresas exportadoras en el 2023 fueron 1.810, pero el núcleo solo comprende a 1.080. De estas últimas, el 83% son mipymes y representan el 6% del total de exportaciones, que se traduce en US$ 649 millones. Estos números son naturales y es lógico que las empresas grandes, cualquiera sea el rubro, sean quienes mueven la aguja en términos de montos. Pero, a su vez, que las pymes exporten es fundamental y es algo sobre lo que hemos trabajado mucho. Las pymes abarcan una cantidad más amplia de productos que las empresas grandes y los mercados son distintos.’ ‘ https://www.cronicas.com.uy/