En un contexto político marcado por el inesperado ascenso de Javier Milei en Argentina, las repercusiones trascienden las fronteras y encuentran eco en el gobierno uruguayo liderado por Luis Lacalle Pou. Este triunfo se percibe como un acontecimiento altamente positivo en los pasillos del Palacio Santos, generando especulaciones sobre su impacto en las relaciones bilaterales y en las aspiraciones internacionales de la administración actual. Las valoraciones positivas en torno a Milei en Uruguay se vinculan directamente con las posibles implicaciones que su presencia podría tener en el último tramo de la gestión de Lacalle Pou. La expectativa gira en torno a cómo este nuevo actor político podría influir en el relacionamiento bilateral y en la posición de Uruguay a nivel regional e internacional.
Uno de los puntos de atención se centra en las tratativas que involucran al Mercosur, en particular, las conversaciones en curso entre el bloque sudamericano y la Asociación Europea de Libre Comercio o Acuerdo Europeo de Libre Cambio, cuyo acuerdo se gestó en 2019. La incógnita radica en si Milei cumplirá con su compromiso de abogar por la «flexibilización» del Mercosur, una demanda recurrente de Lacalle Pou en las cumbres de esta alianza. Además de las expectativas relacionadas con el Mercosur, diversas fuentes indican que la agenda bilateral entre Uruguay y Argentina abarcará una serie de temas prioritarios. Entre ellos, se destaca la cuestión del peaje que Argentina impone a las embarcaciones que navegan por la hidrovía Paraná-Paraguay, un asunto que Lacalle Pou buscará abordar para promover condiciones más equitativas en el intercambio fluvial. Otro tema destacado es el dragado del puerto de Montevideo, donde Uruguay expresó su disposición a profundizar a 14 metros. Este proyecto es vital para fortalecer la posición del país como nodo logístico en la región y potenciar su capacidad portuaria.
Asimismo, se espera que en la reunión se aborden asuntos como la construcción del puente de Bella Unión, que conectará ambas naciones, así como las limitaciones en la importación que han afectado el intercambio comercial. También se buscará abordar las dificultades en la frontera, especialmente aquellas vinculadas a las fluctuaciones cambiarias que han impactado en la fluidez del comercio transfronterizo. En resumen, la reunión entre Lacalle y Milei se presenta como un capítulo clave en el escenario político y económico de la región, donde se buscará abordar no solo la agenda bilateral sino también explorar nuevas posibilidades y alianzas que puedan impulsar el rol de Uruguay en el contexto internacional.
