Cuatro ciudadanos estadounidenses fueron rescatados en el Océano Atlántico tras quedar a la deriva en una balsa salvavidas. La operación de rescate contó con la participación de la Guardia Costera de Estados Unidos, pescadores locales y un buque portacontenedores, permitiendo que los tripulantes fueran trasladados a un lugar seguro.

Un naufragio inesperado

El incidente ocurrió cuando el velero Mariposa chocó con una roca y se hundió mientras navegaba desde St. Croix hacia Texas, con una escala en Key West. Ante la emergencia, los tripulantes activaron una radiobaliza de emergencia, lo que permitió a las autoridades localizar su posición. La Guardia Costera recibió la alerta y desplegó un avión de patrulla para buscar la balsa salvavidas. Paralelamente, se emitió un aviso a las embarcaciones cercanas, entre ellas el buque portacontenedores El Coquí, que modificó su ruta para colaborar en la operación.

El rol clave de los pescadores en el rescate

El avión de la Guardia Costera detectó la balsa y alertó a los pescadores del barco Bonanza, quienes lograron acercarse y rescatar a los cuatro náufragos. Luego, los sobrevivientes fueron trasladados al buque El Coquí, que los llevará hasta Jacksonville, Florida. Las autoridades destacaron la rápida respuesta de los pescadores, que resultó clave para poner a salvo a los navegantes sin complicaciones adicionales.

La importancia de las balizas de emergencia

La Guardia Costera subrayó la relevancia de contar con una baliza de emergencia registrada, ya que estos dispositivos facilitan la localización de embarcaciones en peligro y agilizan las operaciones de rescate. Se espera que los cuatro rescatados lleguen a Jacksonville el jueves, donde serán sometidos a chequeos médicos y entrevistados para esclarecer las circunstancias del naufragio. Mientras tanto, la Guardia Costera sigue investigando el incidente, resaltando los riesgos de la navegación en mar abierto y la necesidad de adoptar medidas de seguridad a bordo.

Visión Marítima