Por: Mario Baubeta
Con el auspicio de la Liga Marítima y en la sede de la Escuela de Guerra Naval, se cumplió el merecido homenaje al CN Yamandú Flangini y al Dr. Edison González Lapeyre por su destacada participación en la negociación que culminó con la firma del Tratado de Límites del Río de la Plata y su Frente Marítimo, en acto de celebración del cincuentenario. La firma del Tratado marca sin duda uno de los grandes hitos históricos desde el nacimiento a la vida independiente hasta nuestros días. En 2003, en el evento de celebración de los 30 años en el Parlamento Nacional, el CA Fernández Parés y lo reiteró en su disertación el Embajador Lupinacci, ha significado: Paz
Paz, palabra mágica que se revaloriza y se aprecia en toda su dimensión cuando se pierde. Estas líneas son fundamentalmente para rendir homenaje público “a todos aquellos” que de una forma u otra gestaron para nuestro país este instrumento de paz, entre ellos el Capitán Flangini y el Dr. González Lapeyre.
Quiero destacar una y otra vez la calidad de los hombres de ambas márgenes del Río de Plata que, ejerciendo su liderazgo y autoridad, superaron intereses particulares en beneficio de los intereses generales de sus naciones.
Sin discusiones, reconocer en el General Perón el mayor esfuerzo de grandeza.
Juan Domingo Perón asumió su tercera presidencia el 12 de octubre de 1973 y el 19 de noviembre ya había firmado el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo. Perón falleció el 1° de Julio de 1974. No quiso morir sin poner de manifiesto su vocación de reconciliación y fraternidad con nuestro pueblo. Recordemos sus palabras: “Hemos tomado conciencia de las enormes riquezas naturales de que disponemos, cuya defensa y racional aprovechamiento nos crea una obligación irrenunciable ante la humanidad”. El Tratado laudó el tema de fronteras sin dejarlo librado al juego de las fuerzas del poder. Transformó un escenario conflictivo por disputas, recelos y tensiones en una vía de integración; sentó las bases para el entendimiento y la discusión civilizada de los temas, marcando el camino a un proceso de cooperación regional. Paz y acuerdos de cooperación económica y comercial son los hechos más resaltables en los cincuenta años de vigencia.
El Tratado no solo contribuyó al aprovechamiento integral del Río, hizo algo más; el acuerdo limítrofe – fluvial entre los estados ribereños creó un marco de estabilidad y confianza para proyectar acuerdos de integración regional y la realización de obras. Este Acuerdo conforma el estatuto jurídico para los grandes ríos de la Cuenca del Plata que se conectan a las grandes rutas oceánicas por un río en paz. El régimen jurídico del Río y su frente marítimo fue ámbito fértil para conformar la reforma portuaria de 1992, que determinó el notable desarrollo de nuestros puertos. Los beneficios del acuerdo en su conjunto son irrefutables, y el tiempo transcurrido ha permitido valorar sus resultados, por lo cual el país está agradecido a los negociadores. No podemos desconocer que existieron y existen dificultades de relacionamiento en distintas aéreas que obligan a un gran esfuerzo negociador; ejercicio permanente de paciente diálogo y búsqueda de consensos, pero dentro del respecto y el orden internacional. Pero las dificultades carecen de relevancia y empalidecen frente a obras de integración de la dimensión de los puentes General San Martín y General Artigas, la Represa de Salto Grande y la complementación energética, las obras de dragado de los canales de Martín García y el Río Uruguay, la obra “Rosario al Mar-Canal Punta Indio”. Nuestro país ha tenido por siempre una vocación integradora y la bandera de la integración es estandarte compartido por orientales de todas las divisas, convicciones y partidos. Uruguay y Argentina se encuentran en un momento histórico para trabajar juntos en apoyo de sus economías, en beneficio de su gente y de la región. Quiero expresar el deseo de que los altos valores que inspiraron el Tratado permanezcan e iluminen el accionar de nuestros días para construir un futuro común, brindando apertura a la integración regional, a la unidad continental y proyectados al mundo, en Paz. https://www.elpais.com.uy/