Real-Yuan: desdolarizar el comercio, uno de los objetivos de la visita de Lula a China

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Lula visitó China, el principal mercado para las exportaciones brasileñas durante los últimos 14 años, y analizó junto con su par Xi Jinpung nuevas vías para incrementar el comercio bilateral. Durante cuatro días, la delegación presidencial -integrada por más de 200 empresarios y una treintena de funcionarios- exploraron cómo diversificar las exportaciones principales (soja y mineral de hierro). Brasil y China son dos mercados altamente complementarios que, en 2022, incrementaron su comercio en un 8% por un valor récord de US$ 171.500 millones. Brasil no sólo es el máximo proveedor de soja, azúcar y carne aviar de China -amén de los embarques de maíz y carne vacuna- sino que también fue uno de los principales receptores de la inversión extranjera china en 2021 de acuerdo con datos consolidados: concentró un récord de 13,6% de los flujos extranjeros directos de la mano de inversiones en la red eléctrica y en la actividad petrolera.

Acuerdo de pagos

El fortalecimiento de esta relación se buscó consolidar con la firma de un acuerdo, a fines de marzo, mediante el cual ambos países procurarán liquidar las transacciones comerciales en monedas locales. Este mecanismo que, a priori, busca abaratar las transacciones dejando al dólar norteamericano de lado, necesita de una aceitada infraestructura financiera que contempla el entendimiento entre ambos bancos centrales y la confianza no sólo de la banca privada, sino de las propias empresas. “Se trata de una jugada geopolítica”, reflexionó el economista y ex ministro de la Producción Dante Sica, tras una consulta de Trade News sobre el impacto de este acuerdo puntual. “China empezó en los 2000 a tratar de imponer el yuan como moneda de reserva internacional. Su moneda estaba excluida de los grandes organismos financieros internacionales y tenía poca participación en el FMI. Entonces, como parte de su estrategia de inserción en América Latina a partir del comercio, inversiones y luego con el Swap, buscó ir metiendo al yuan como un eslabón más en una cadena de posicionamiento económico, financiero y geopolítico como hizo en África”, explicó.

Definición

Según Sica, la movida de Lula busca empezar a “definir” su perfil porque, tras 100 días de presidencia, “no está dando las señales esperadas, no controla (la Cámara de) Diputados y todo lo que hace con los programas sociales lo está haciendo por decreto” y, es en este contexto, que busca además “reposicionar a Brasil en un área que se había abandonado en los últimos años”.

De todas maneras, Sica advierte sobre una cuestión donde la geopolítica y los negocios se yuxtaponen: “De Ecuador para abajo, América latina depende más del ciclo de Asia que de Estados Unidos. China sigue siendo un gran comprador de materias primas y Brasil está expandiendo fuertemente su frontera agrícola”.

-¿Cómo se instrumenta un sistema de pagos en monedas locales a nivel empresa?

-Tenés que tener un banco chino y alguno brasileño que abra cuentas de operadores de ambos lados. Cuando hay una importación desde China, se paga en reales y el banco del importador manda una emisión para que su contraparte pague en yuanes al exportador. Al final del día, los bancos centrales compensan.

-¿Visualizás algún impacto con la Argentina?

-Nada. Argentina primero tiene que resolver sus problemas y luego ver qué oportunidades tiene en el mapa geopolítico mundial.

Objetivo de larga data

Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo del Consejo Argentino Chino, recordó que el acuerdo firmado entre Brasil y China “es un objetivo buscado desde hace tiempo, porque evitar pasar por el dólar es conveniente para ambas partes”.

“Cuando una empresa china le vende a una empresa de otro país en dólares debe tomar un seguro de cambio, y eso crea un costo adicional que, aunque pequeño, es un costo. Y en una época donde las monedas fuertes, como el dólar, sufren variaciones en su cotización al compás de los conflictos bélicos, las epidemias, etc., parece que la decisión tomada por ambos países es lógica”, explicó Fernández Taboada. Luego, están los factores de poder: “China quiere que su moneda tenga una mayor circulación a nivel internacional. Siendo la segunda potencia mundial, y en crecimiento, tiene mérito suficiente para buscar el mejor posicionamiento para sus yuanes en el comercio mundial”, añadió el ejecutivo de vasta trayectoria en las relaciones comerciales bilaterales con China.

Antecedentes en la Argentina

Fernández Taboada abre apenas la puerta a que la Argentina “mire con interés la decisión” y que “empiecen a estudiar el tema”, aunque también advierte que el país está “muy condicionado por su deuda externa en dólares”. Sin embargo, subrayó que “hace algunos pocos años se han concretado algunas operaciones de compra de productos chinos pagaderos en yuanes, aunque fueron pocas operaciones. El hecho de que exista en la Argentina una importante sucursal de un gran banco chino facilita estas operaciones, ya que no todos los bancos que operan en comercio exterior tienen yuanes”. China es el segundo socio comercial de la Argentina, después de Brasil. El intercambio bilateral fue de aproximadamente US$ 25.000 millones en 2022. “Ameritaría considerar la posibilidad (del pago en monedas locales) cuando nuestra economía alcance mayor solidez”, puntualizó el director del Consejo Argentino Chino. https://tradenews.com.ar/

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