PUERTOS Y DESARROLLO

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Por Juan Oribe Stemmer. Los puertos son un elemento clave del sistema de transporte y de logística que vincula a los productores en los países en vías de desarrollo con sus mercados de ultramar. El 90% del volumen del comercio mundial se realiza por vía marítima. El movimiento total mundial de carga embarcada pasó de 5.984 millones de toneladas en el año 2000 a 10.047 millones en el 2015. La composición de esa demanda por transporte marítimo ha cambiado: el volumen de los embarques de carga general aumenta en mayor proporción que los gráneles. En estas décadas se ha producido un cambio fundamental en el intercambio comercial por vía marítima: el centro dinámico del sistema que se había encontrado en las rutas del océano Atlántico desde fines del siglo XV, ahora se traslada al océano Pacífico.

Los puertos de la región deben enfrentar el desafío de esas grandes tendencias de cambio globales.

La magnitud del incremento del comercio exterior por vía marítima de los países de la región refleja la creciente integración de sus economías en el sistema global.

Los principales puertos en el Cono Sur dedicados al manejo de contenedores son San Antonio y Valparaíso, en Chile, Buenos Aires y Montevideo, en el Río de la Plata, y los puertos de Río Grande, Paranaguá, Itajaí y Santos, en la costa austral del Brasil. Ese grupo de puertos movió en total 3,6 millones de TEU (unidad de medida equivalente a un contenedor de 20 pies) en el año 2000; 8,7 millones de TEU en el 2010; y 9,4 millones de TEU en el 2016. El movimiento de contenedores (contenedores embarcados) más que se duplicó en una década y media. Es importante tener presente que, además del movimiento de carga en contenedores, existe un significativo volumen de embarques de gráneles, incluyendo cereales, materias primas e hidrocarburos.

Dentro de ese escenario regional resalta la performance de Montevideo y Nueva Palmira, aunque estos mueven cargas diferentes.

El movimiento de contenedores del Puerto de Montevideo pasó de 287.298 TEU en el año 2000, a 878.787 TEU en el 2010, y 888.119 TEU en el 2016. La participación del puerto en el movimiento total de la región aumentó del 7,8% del total a 10,1% en el 2010. Luego de una disminución del tráfico resultado de las medidas discriminatorias aplicadas durante el período de la presidenta Fernández de Kirchner, su participación en la región se ha recuperado para llegar al 9,4% en el 2016. Estos resultados son especialmente importantes porque, a diferencia de lo que sucede con los demás puertos en la región, una proporción sustancial de los contenedores que pasan por el puerto son en tránsito o transbordo y pertenecen al comercio marítimo de países vecinos.


Esa circunstancia apareja tres beneficios: primero, el movimiento de contenedores en tránsito o transbordo constituye una exportación de servicios; segundo, el tráfico adicional genera una demanda por servicios complementarios que genera réditos para empresas uruguayas; finalmente, ese movimiento contribuye a que los operadores portuarios locales consigan economías de escala y hace posible que los importadores y exportadores de nuestro país tengan acceso a servicios portuarios y de transporte marítimo y fluvial de unas características y a un costo que, quizás, el comercio exterior uruguayo no justificaría por sí solo.

El País

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