Puertos inteligentes: un paso adelante en el valor de la logística

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Especialistas y operadores portuarios de diferentes países analizaron la moderna gestión de terminales, para manufacturas y commodities. Los conceptos, pautas y herramientas para la conformación y funcionamiento eficiente de lo que se considera un puerto inteligente y cómo lograrlo en el actual escenario económico internacional, fueron los ejes de las presentaciones que se sucedieron en el marco de la sexta jornada internacional organizada por el Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro). El encuentro reunió en Rosario a más de 500 asistentes con exponentes de puertos de España, Uruguay, Perú, Chile y Argentina. Bajo el lema «Smart Ports. Puertos del Futuro y experiencias en innovación», especialistas, operadores e integrantes de la industria disertaron sobre los nuevos paradigmas de la actividad. A diferencia de las anteriores ediciones, «en ésta se pretendió no sólo mostrar las potencialidades de cada puerto sino enmarcarlas dentro de un escenario económico internacional cargado de guerras comerciales, de neoproteccionismo, donde se dificulta cada vez más encontrar lugar para colocar nuestras exportaciones y en un panorama nacional con dificultades económicas que todos conocemos», explicó Angel Elías, titular del Enapro.

En ese sentido, citó las consideraciones del gobernador Miguel Lifschitz, quien dijo que en «el medio de la coyuntura, es necesario trabajar para resolverla pero no se puede dejar de mirar hacia adelante, para planificar promover políticas de desarrollo y planificación. Eso justifica más esta iniciativa, de la que cada uno de nosotros se lleva algo». Como una de las conclusiones más importantes del encuentro, Elías destacó el concepto y la necesidad de que «el conjunto de actores que integran la logística que conforman un puerto tanto privado como público tiene que constituirse en una comunidad», de manera que la suma de cada uno de los agentes que participa del proceso redunde en una mejora de la eficiencia general y particular. Ello implica cambios logísticos y de todo tipo, porque «de nada sirve el mejor puerto si la aduana demora, si el transportista no puede entrar porque no lo reciben rápidamente. Y estas cosas se resuelven como comunidad portuaria», aseguró. El presidente del Enapro recordó que en el Gran Rosario «se conformó una comunidad portuaria de 30 terminales privadas que son responsables del ingreso de la mayor parte de divisas por exportaciones agroindustriales de la Argentina, que conviven en un espacio donde hasta hace 7 u 8 años no tenía un puerto de contenedores, no teníamos por dónde sacar manufacturas de origen industrial. Sólo había esas grandes fábricas importantes para el país pero nos faltaba un puerto público, que preste un servicio, que sea multipropósito». Ese logro y la coexistencia de lo público y lo privado se verifica «con General Motors como nuestro principal cliente, un orgullo, y La Sibila, que saca un suero con gran valor agregado que lo coloca en China con un precio mucho mayor que un commoditie, o un bien intermedio o primario». «La mirada de lo público como autoridades portuarias tiene que ver con que los puertos se enderecen a un objetivo de desarrollo económico, de progreso social, de inclusión social y por eso nos interesa tanto trabajar en la mejora de la matriz exportadora, para que la Argentina resuelva este déficit de más de una década que es insostenible para un país que quiere ser sustentable», acotó Elías. «Nos vamos llenos de ideas», concluyó, y alentó a convocar a todos los agentes de la cadena logística para mejorar el funcionamiento de la comunidad portuaria, y a que la implementación de nuevas tecnologías en el rubro no se limite a copiar las mejores prácticas extranjeras sino «comenzar desarrollos con la gente que está en nuestra ciudad». Y, en ese sentido, mencionó el reciente acuerdo entre el Enapro y el Polo Tecnológico Rosario, para brindar asesoramiento en procesos de tecnologización de las actividades que se desarrollan en el puerto local. En el encuentro se abordaron los desafíos y casos de éxito en transformación digital de puertos. El encargado de hablar sobre tecnologías de información y comunicación (TIC) fue el español Eduardo Sanchis, director comercial de la empresa de servicios tecnológicos aplicados a la logística portuaria Infoport, con sede en Valencia. El especialista hizo foco en la necesidad de cada puerto de optimizar sus servicios y lograr «ser diferentes» para fidelizar clientes. Antes, es preciso establecer una definición de un puerto inteligente, que no necesariamente es el acopio de tenologías sino la forma en que éstas se aplican y vinculan, para conformar un mapa de soluciones. «Está claro que hoy en día el puerto es un componente tremendamente complejo e importante dentro de la cadena logística. Debe ser un facilitador del negocio global. Todos estamos pendientes de la comunicación, el impacto ambiental, tenemos unos exigentes objetivos en la asistencia de costes, operativa y seguridad, que nos preocupa a todos. Además, tenemos un entorno cada vez más agresivo con la consecución de nuevas cargas, un mercado cada vez más volátil. Con este panorama estamos hablando de optimización, para conseguir un mejor posicionamiento en el mercado», planteó el ejecutivo. Al respecto, definió que «el puerto general debe ser capaz además de mover cargas, de intentar diferenciarse respecto de sus competidores aguas arriba y abajo: debe intentar ofrecer un valor añadido, servicios adicionales interesantes para los usuarios de ese puerto, y fidelizarlos. Cada vez los puertos deben girar más a ser empresas de servicios. Me resulta interesante que hasta hace pocos todos estaban habituados a hablar como clientes a las navieras y nos vamos dando cuenta cada vez más que los clientes no sólo son éstas, sino el cliente final, los cargadores y los dueños de la mercancía que cada vez están tomando más peso y necesidad por sus plazos, tiempos y costos». Para que un puerto sea inteligente, «debe funcionar como una orquesta, lo más automáticamente posible y teniendo en cuenta multitud de factores internos como externos al puerto, sin olvidar que hay que aportar ese valor agregado. Y siempre digo que hay que adoptar la última tecnología en su penúltima versión, por si acaso, y su objetivo principal es que ayude al negocio, que tenga un fin», señaló Sanchis. Desde Infoport, el principal objetivo de sus servicios es que «la información se adelante al proceso físico de la mercancía: si yo sé que dentro de 20 días me van a llegar 5 mil contenedores, ¿por qué no puedo ir preparando todos los procesos aduaneros que me va a conllevar a esta tarea? por qué voy a esperar a que llegue la mercadería? Esto ya se está empezando a hacer en algunos sitios y depende de la legislación de cada uno», planteó. Por otra parte, «es importante tener una visión global de lo que sucede en el puerto a nivel operacional, económico y meteorológico: todo esto puede influir en los procesos y decisiones que tomemos. Es importante que seamos transparentes, capaces de tener esa visión global y poder transmitirla al exterior. Somos parte de una cadena logística y queremos optimizar nuestro anillo, nuestro eslabón, para que los demás puedan optimizar el suyo y así toda la cadena», resumió.

Para el especialista, el manejo de datos transaccionales, simulaciones, patrones de comportamiento, big data, blockchain e inteligencia artificial van a ser algunas de las herramientas que permitirán crear valor añadido en los smart ports. «Es una oportunidad para no dejar pasar. La información es un valor importante para ofrecer a los clientes». Estas tecnologías permitirán, por ejemplo, facilitar verificaciones, monitoreos, controles y auditorías de cargas, entre otras operaciones de puerto».

«Hay un cambio de paradigma importante para los que nos dedicamos a la gestión de proyectos. Trabajar el dato en tiempo real, dinámico, automatizar, recolectar información en forma automática, analizar, hacer predicciones, optimizar. Smart port desde Inforport se refiere a desarrollar la agilidad del puerto como respuesta al entorno de negocio que tenemos completamente variable. Debemos conseguir esa máxima utilización de las capacidades que existen en nuestro puerto. Lograr una óptima planificación del diseño, de las capacidades futuras, integrar todas las áreas de gestión, no tener islas de información y facilitar la colaboración y el intercambio de ésta», remató Sanchis. www.lacapital.com.ar

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