En estos días nos ha llegado a través del Dr. Carlos Texeira Varese una excelente entrevista realizada por zoom al Prof. Catedrático, Dr. Edison González Lapeyre, especializado en temas portuarias y uno de los negociadores del Tratado del Río de la Plata con más de 60 años como profesor de derecho internacional. En este conversatorio intervino además el Cap. De Navío Eduardo Laffitte y el Ing. (en electricidad), Gabriel Rodríguez, ex presidente de la CTM de Salto Grande. Siempre dijimos que el proyecto de navegabilidad del Río Uruguay, o sea la hidrovía de esta vía fluvial era un proyecto faraónico e inviable. Quien conozca los obstáculos existentes en este río, sabe que para transformarlo en una vía navegable se requieren hacer inversiones de miles de millones de dólares.
Según el Prof. González Lapeyre, reconocido unánimemente como una de las personas que más sabe sobre el tema, técnico que ha ocupado varios cargos de relevancia en la materia y aunque dejó claro que no es técnico en materia económica, estimaba que para transformar el Río Uruguay navegable solo en el tramo entre Sao Borja y el puerto de barcazas al norte de la represa de Salto Grande, se requieren alrededor de 2.000 millones de dólares. Los tres técnicos mencionados coinciden en una visión poco o nada optimista sobre este puerto de barcazas, dado que si bien la profundidad y las condiciones generales de navegación en el embalse de la represa son ampliamente satisfactorio, extenderlo hasta Sao Borja, requeriría un derrocamiento nada fácil ni barato por supuesto, de casi 53 kilómetros de río. Pero esto no es todo intentar sacar las cargas -si las hubiera- por los puertos de Nueva Palmira (Uruguay) o Buenos Aires (Argentina) insumiría dos trasbordos y alrededor de seis días de demora. En cambio actualmente la carga que Brasil saca por carretera de la zona de Sao Borja en Río Grande do Sul, en seis horas llega al puerto de ultramar en Brasil y circulando siempre dentro de su territorio. Esta es una de las razones por las cuales se considera inviable la hidrovía del Río Uruguay. Existe sólo un aspecto circunstancial que podría cambiar la ecuación económica y es que la zona convertida al menos en una de las principales zonas productoras de alimentos a nivel mundial (la Mesopotamia argentina y el estado de Rio Grande do Sul en Brasil, junto a Uruguay) de mantenerse los precios actuales (debido a la escasez derivada de la guerra Rusia-Ucrania) podría obrar el milagro de volver rentable, lo que en principio no cierra por ninguna parte. A.R.D.
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