Entre las medidas tomadas por el ministerio liderado por Sergio Massa, se amplía el alcance del denominado Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), creado a fines de 2019. El gobierno argentino oficializó este lunes una serie de medidas económicas que preocupan a los exportadores uruguayos. Entre las medidas tomadas por el ministerio liderado por Sergio Massa, se encuentra el decreto 377/2023, que amplía el alcance del denominado Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), creado a fines de 2019.

Con esta ampliación, se generaliza el impuesto PAIS con un alícuota de 25% para todos los servicios; excepto fletes, que ya se le aplica la alícuota de 7,5%; salud y educación, que ya están exentos; y los recitales que ya pagan el 30%. De esta forma, el nuevo tipo de cambio, que se irá ajustando a través de devaluaciones del Banco Central, se compone del tipo de cambio oficial mayorista más el 25% del impuesto PAIS. El presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias (CIU), Washington Durán, dijo a El País que esta extensión del impuesto ya se le empezó a cobrar a importadores argentinos, en casos en los que podían incluso no tener ya la mercadería, afectando el negocio previsto. En este sentido, afirmó que esta medida a quienes más impacta en Uruguay son a la pequeña y mediana empresa, que cuentan con menos recursos para hacerle frente a una espera de 180 días para recibir el pago, que ahora se verán aún más afectadas ya que los importadores argentinos “tienen menos seguridad” sobre las operaciones que realizan. Esta medida se suma a los problemas generados por el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), lo que ha demorado exportaciones uruguayas, en las que ya estando los productos dispuestos a ser enviados, se han acumulado exportaciones para ser embarcadas. De este modo, Durán explicó que este impuesto se cobra también a negociaciones pactadas con anterioridad a la reciente ampliación de su alcance, que si bien no tiene un carácter retroactivo, en la práctica termina siéndolo. Sostuvo que “el importador se va a encontrar con que hizo sus cálculos de determinada manera para establecer sus costos y cuando vaya a pagar va a tener que pagar más”, por lo que puede llevar a que se cancelen exportaciones uruguayas que ya habían sido negociadas o, en su defecto, que se vuelvan a negociar los precios. Asimismo, destacó que los impactos que pueda generar esta ampliación del impuesto y las demoras para concretar los negocios de las exportaciones al país vecino, se traducen en un impacto en el mercado laboral, particularmente para aquellos trabajadores de pequeñas y medianas empresas. https://www.elpais.com.uy/