Por C/N Yamandú Flangini
La designación en Entes, Comisiones, ect. por afiliación política, mantiene un sistema que ya ha demostrado que no es lo apropiado. Aun guardando la afiliación política, debe exigirse conocimiento, experiencia, capacidad, para el cargo asignado. Políticos partidarios sin banca, designados, es dar responsabilidad a quienes no están aptos para los cargos, y su presencia solo será o un peso muerto, o la dependencia de funcionarios de carrera en cada organismo. El caso más claro fue el nombramiento de Sendic en ANCAP. Inepto para la función que desconocía ni estaba preparado para entenderla, trajo como consecuencia pérdidas millonarias en dólares, en una gestión para el olvido. Comisiones como CARU, CARP, solo han traído la generación de abusos de nombramientos, despropósitos en costos, resoluciones tomadas con error, como solicitar permiso a la CARP para dragar en el puerto de Montevideo y más. Se han superado los cometidos asignados por el Tratado y el Estatuto, mediante la sola decisión de Delegados, que no tenían esas potestades, que seguramente actuaron por si, no teniendo en cuenta intereses y disposiciones de las Autoridades Nacionales en cada materia. Se ha procedido duplicando innecesariamente competencias de organismos del Estado, y se ha discontinuado trabajos realizados, los que tendrán resultados negativos. Esa política de cumplir con favores políticos o de amiguismo cumple una función perjudicial a los intereses del Estado y recae en el ciudadano de a pie. Si la práctica de designaciones sigue este equivoco proceder, las esperanzas se desvanecen. YEF
Nota: * (Promotor, redactor y negociador del Tratado del Río de la Plata, del Estatuto del Río Uruguay, Delegado ante NNUU en Convención del Mar, Experto en temas marítimos y, de soberanía y límites, ex titular de DINARA).