Navantia pierde el contrato de 10 fragatas para EE.UU. que se construirán en Italia

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La constructora española participaba en el concurso americano y la oferta se basaba en el modelo de las F-100 de la Armada. El descarte de Navantia tiene lugar en un momento delicado entre España y EE.UU. tras retirar la fragata ‘Méndez Núñez’ de una misión en el Golfo Pérsico. El PP de Cádiz asegura que «PSOE y Podemos están avocando a la provincia a la ruina». Nuevo varapalo internacional que sufre Navantia. La empresa española no ha logrado finalmente el contrato norteamericano para la construcción de 10 fragatas para Us-Navy. La administración Trump se ha decantado por la oferta italiana de Fincantieri pese a que Navantia optaba a este proyecto militar con una propuesta basada en la fragata F-100 de la Armada española. Este revés laboral supone para Navantia la pérdida de un contrato de más de 5.500 millones de euros. La construcción de estos barcos estaba prevista por transferencia teconológica, es decir, Navantia aportaría diseño y tecnología, mientras que EE.UU. sus astilleros para la obra además de la equipación de armas. La pérdida de este contrato afecta a la Bahía de Cádiz, ya que la Unidad de Sistemas del astillero de San Fernando era la encargada del desarrollo tecnológico de este proyecto naval. Navantia presentó su oferta en 2017 para el programa de EE UU sobre construcción de 20 fragatas de última generación. La primera fase de este contrato es la que se acaba de adjudicar con una partida de 10 buques y el objetivo de la US Navy es llegar a 20 unidades.

Comunicado de la Armada estadounidense

El comunicado de la Armada de EE.UU. destaca que «la fragata de misiles guiados de la Armada (FFG(X)) será una parte importante de nuestra futura flota», afirmó el Jefe de Operaciones Navales,el almirante Mike Gilday, quien afirmó que el diseño de la nueva fragata del grupo italiano ofrece «mayor letalidad, capacidad de supervivencia y mejor capacidad para apoyar la Estrategia de Defensa Nacional en toda la gama de operaciones militares». En el comunicado señala, además, que la nueva fragata incorporará el sistema de combate AEGIS, que es una especialidad de Navantia y General Dynamics, que concurrían juntas al concurso. Según el Pentágono «ha habido una competencia abierta y múltiples ofertas».

Relación fría

El duro golpe a Navantia coincide con una relación fría entre el Gobierno de EE UU y el español con múltiples fricciones como la desatada por la decisión de la titular de Defensa, Margarita Robles, de retirar la fragata Méndez Núñez de un grupo de combate estadounidense en el Golfo Pérsico en un momento en que el presidente Donald Trump ejercía máxima presión sobre Irán el pasado año. También recibió críticas en Washington el plan del Gobierno de relanzar la llamada ‘tasa Google’. El astillero español participaba en este proyecto naval junto con la norteamericana Bath Iron Works, del grupo General Dynamics. Esta alianza estratégica había permitido a Navantia colocarse en los primeros puestos de salida para la adjudicación definitiva tras el proceso de selección de ofertas. La constructora española competía con otras cuatro empresas: las americanas Huntington Ingalls, Lockheed Martin, Austal USA y General Dynamics, y la italiana Fincantieri. Navantia inauguró precisamente a inicios de 2019 una oficina comercial en EE.UU. que se justificó en parte precisamente por las buenas opciones que había en ese momento de adjudicarse ese contrato. Un grupo de ingenieros y técnicos españoles han trabajado, además, desde hace más de un año en el astillero de General Dynamics en Bath (Maine, en la coste Este americana), que está considerado el más grande del mundo. El papel del grupo español, caso de haberse adjudicado el contrato, habría dejado miles de horas de trabajo en los astilleros de Navantia en la provincia de Cádiz. La propuesta de la compañía pública pasaba por fabricar el casco del barco, motorizarlo y equiparlo con sistemas hidráulicos y de cableado básicos e imprescindibles para llevarlo hasta EE.UU., donde se le instalaría toda la tecnología y sistemas militares. Pese al varapalo, la empresa pública española mantiene buenas relaciones comerciales con la US Navy. Se ocupa del mantenimiento de cuatro destructores en la base de Rota y negocia la incorporación de dos más al contrato.

Críticas del PP

El Gobierno italiano se ha felicitado de la victoria de su compañía, mientras que el español ha guardado silencio. La presidenta del PP de Cádiz, Ana Mestre, ha señalado el «jarro de agua fría» que cae sobre los astilleros gaditanos y el conjunto de la industria de la provincia, después de que Estados Unidos haya adjudicado finalmente  a la empresa italiana Fincantieri la construcción de hasta diez fragatas de guerra para su marina, un contrato por el que pujaba Navantia.  «PSOE y Podemos están avocando a la provincia a la ruina y, con su incapacidad, cierran la puerta del futuro tanto a los astilleros como a la industria auxiliar naval». La presidenta provincial del Partido Popular ha alertado del devenir que está teniendo Navantia desde que gobierna el PSOE, «que lleva de nuevo a las peores épocas de los astilleros de la Bahía con diques vacíos y pérdidas de empleo». Así, ha incidido en que la no consecución del contrato con EE UU es «otra más de las grandes oportunidades de empleo fallida desde que gobierna Pedro Sánchez», en referencia a los contratos del quinto petrolero o el de las fragatas australianas; además de recordar cómo se puso también «en serio peligro» el encargo de Arabia Saudí para la construcción de cinco corbetas. A su juicio, «el Gobierno está echando por tierra todo el trabajo que desarrolló el Ejecutivo de Rajoy en favor de la industria naval, que tenía ante sí grandes expectativas de empleo y futuro», porque «no ha sido capaz de cerrar ni un solo nuevo contrato de construcción naval, por su falta de interés y las pésimas relaciones internacionales que mantiene con países como Estados Unidos». A este respecto, ha recordado que hace un año ya se alertó de que el Gobierno de Pedro Sánchez podía haber «puesto en riesgo» las aspiraciones al contrato con EE.UU. tras la decisión de retirar la fragata Méndez Núñez del Golfo Pérsico y no acompañar a un grupo de combate estadounidense ante la entonces escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán. Por ello, el PP va a presentar una pregunta para que el Gobierno dé cuenta de los motivos de la no consecución de estos contratos y las gestiones que está llevando a cabo para garantizar la carga de trabajo en los astilleros de la Bahía. La no consecución de este contrato, según ha lamentado, supone «un fracaso en las negociaciones con EE.UU. y es del todo inaceptable que el Gobierno ocultara intencionadamente a los gaditanos el nefasto resultado de sus gestiones». Mestre reclama también al Gobierno central del PSOE y Unidas Podemos que «no anteponga los intereses partidistas de izquierda radical a los puestos de trabajo de una industria como la naval en la Bahía de Cádiz, que tantos puestos de trabajo directos e indirectos genera». «Ya la crisis del COVID-19 nos dejará muy debilitados y la puntilla no nos la puede dar el Gobierno de España». Del mismo modo, ha exigido que el Ministerio de Defensa «impulse y cumpla» los contratos comprometidos con el astillero de Puerto Real. https://www.niusdiario.es/

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