“Se manejaron varios precios, todos son diferentes, pero todos están bien”. La obra se inauguró en febrero de 2015 para descongestionar la terminal.- El ministro de Transporte, Víctor Rossi, y una delegación de la Administración Nacional de Puertos (ANP) comparecieron en una comisión parlamentaria para explicar, fundamentalmente, la inversión en una obra portuaria. Pero ante la pregunta de un diputado, sobre los costos que insumió el emprendimiento,
se volcaron sobre la mesa una serie de cifras diferentes que tornaron la explicación en un hecho de difícil comprensión.
La comisión de Transporte de Diputados fue el ámbito del encuentro. Allí, el legislador del Partido Nacional Jorge Gandini tomó la palabra y se refirió a un documento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) donde se mencionaba el puerto de Montevideo y la construcción del «Muelle C». Ese escrito indica que «la construcción de muelle y dragado terminó en 2014; sin embargo su costo final fue mayor al estimado (US$ 130 millones contra US$ 40 millones)». Entonces, Gandini lanzó la pregunta: ¿cuánto costó el muelle C?
Allí, el presidente de la ANP, Alberto Díaz lanzó la primera respuesta. «El contrato es en pesos. La licitación tiene muchos años y el contrato se firmó por el 2012 con un dólar cerca de los $ 20. Cuando uno va a evaluar cuánto costó la obra, podemos hablar en pesos y en dólares. Nosotros dolarizamos porque es más fácil para achicar los números. Habría que haberlo hecho pago a pago para saber cuál fue el costo real», dijo.-El jerarca añadió que la oferta original para construir el muelle fue de US$ 86 millones. Allí se logró mejorar el precio con el consorcio conformado por las empresas Saceem, Soletanche y Dredging.
«Normalmente uno mira y ve a la que está haciendo el hormigón, pero en realidad hubo trabajo del consorcio. En esa negociación se acordó un nuevo precio, que rondaba los US$ 60 millones. Pido disculpas por la poca precisión pero, serán US$ 57 millones o un poco más de US$ 60 millones. Entonces la ANP solicitó un préstamo ampliatorio de US$ 20 millones (para superar la primera estimación de US$ 40 millones)», dijo.-«Quisiera contestar el costo del muelle; creo que es cercano a los US$ 100 millones, pero tendría que hacerse rigurosamente, de acuerdo al momento que se efectuó el pago (…) Obviamente, pagamos más», añadió Díaz.
Más tarde llegó una intervención del ministro Rossi. «Se trata de una actividad que está en movimiento. Cuando en febrero de 2015 se inauguró la obra, hubo un cierre de cuentas a diciembre de 2014. La cifra total es de US$ 127,3 millones. Este monto está integrado por partidas que efectivamente fueron a esa construcción y otras que están vinculadas a su desarrollo, pero no fueron directamente a la construcción», dijo. Ejemplificó que «se invirtió en consultorías para el muelle C, el muelle pesquero, el desarrollo de Puntas de Sayago y otros temas. Si separamos específicamente las partidas a diciembre de 2014, se desprende que para muelle y explanada se destinaron US$ 90,9 millones; para remoción parcial de espigones, US$ 748.837; para imprevistos de las obras civiles de construcción, US$ 1 millón; para obras de dragado específicas, US$ 10 millones. También hay otras obras generales que no son específicas del muelle que tienen que ver con la actividad del puerto y la contratación de consultorías, que hacen un total de algo más de US$ 127 millones».Rossi añadió que «la estimación que se hizo en su momento no se reconfirmó en la realidad. Sabemos que estas obras son tradicionalmente caras y, en este caso, hubo una estimación que fue hecha por los asesores del BID, que financió la obra, pero la realidad demostró que las necesidades eran otras». En un momento, Gandini señaló que no creía que el muelle hubiese salido en el entorno de los US$ 100 millones que había manejado Díaz.
Para eso, mencionó una auditoría realizada por el Tribunal de Cuentas. «(La auditoría) se hizo bastante antes de que se terminara la obra y el presupuesto ya alcanzaba los US$ 101 millones. Lo que es relevante es que la obra esté funcionando y todavía no se sepa cuánto salió», afirmó el diputado.
Y más tarde llegó otra explicación, esta vez a cargo del gerente del Área de Infraestructuras de la ANP, Andrés Nieto. «Hasta ahora se han manejado varios precios en cuanto al costo de las obras; todos son diferentes, pero todos están bien. Esto parece un contrasentido, pero no es así», señaló.-«La obra se contrató en pesos uruguayos, que llamamos básicos porque son los que se explicitan en el contrato (…) A ello se le agrega lo que se llama la paramétrica, que es lo que efectivamente se paga, porque la obra se hace mucho tiempo después de que se cotiza. Lo que se paga a la empresa mes a mes es el básico más la paramétrica. Si tomamos el básico, el monto en pesos es uno, y si tomamos la paramétrica, es otro», explicó el jerarca de la ANP.-Nieto también dijo que «el otro elemento que no se ha manejado es el pago al Banco de Previsión Social (BPS), que es un componente importante de la obra, y lo paga directamente el propietario, en este caso la ANP. En los valores que manejamos hablamos del costo de obra, pero no del BPS».-
Y ante una nueva pregunta sobre si el BPS estaba incluido contestó: «Depende de qué cifra se tome: se incluye en la de US$ 127 millones y también en la de alrededor de US$ 130 millones que maneja el BID, que también incluye la paramétrica».
UNA «OBRA IMPORTANTE».- En otra de sus intervenciones, el ministro Rossi defendió la construcción del proyecto en el puerto de Montevideo. «Me parece que es una de esas obras importantes porque el puerto de Montevideo y su futuro trascienden a quienes están en el gobierno», dijo. «Tengo absoluta convicción de que nosotros tenemos que empujar hacia adelante. ¿Por qué? Porque durante muchos años el puerto de Montevideo en materia de infraestructura tenía una reserva ociosa. Pasaron decenas de años en los que se pescaba y la gente paseaba, pero no había barcos ni carga», indicó. Rossi añadió que «por suerte, esto ha cambiado para el país y para la región, y no tenemos la chance de esperar a que nos venga más carga porque tenemos resto». – Por Maximiliano Montautti.- (El País)