Dirigentes del sector pesquero uruguayo exigieron respuestas concretas al presidente Luis Lacalle Pou luego de que la actividad cayera en un paro del que necesita recuperarse. “Es más rentable traer pescado de Argentina”, argumentó uno de los dirigentes mientras el sector se encuentra “al borde del colapso”. La crisis se agravó en las últimas semanas, ya que los costos no dejan de dispararse. Carlos Olivera, director ejecutivo de Novabarca, dijo a Radio Carve que la situación era “compleja” y lamentó que la mayoría de los barcos estuvieran parados en medio de una disminución de la pesca. Olivera advirtió que “se ha vuelto más rentable traer el pescado congelado de Argentina”. También detectó una falta de regulaciones favorables para incentivar la inversión y el desarrollo, y pidió “modernizar la normativa” y explorar “nuevas oportunidades en la explotación de los recursos genéticos marinos”. La Cámara de Industriales Pesqueros del Uruguay (CIPU) y la Cámara de Armadores Pesqueros del Uruguay (CAPU) lanzaron días atrás un comunicado conjunto donde consideraron que el gobierno de Lacalle era “irresponsable” ante la presente crisis.
“No tomar medidas o seguir demorándolas es también una decisión con consecuencias que deberá asumir el Poder Ejecutivo. El sistema político debe decidir si quiere pesca en nuestro país”, subrayaron. Con el 90% de la flota pesquera uruguaya paralizada durante tres meses, y casi 3.000 personas directamente afectadas, “si nada cambia, probablemente no podrán volver a trabajar en la pesca”, agregaron. Las cámaras empresarias vienen denunciando desde hace meses la inviabilidad de la actividad fuera de estación debido a los altos costos; mientras que los trabajadores hablan de una “situación delicada” en términos de ingresos y disponibilidad. De ahí el comunicado conjunto de la CIPU y la CAPU instando al Gobierno “a corregir las graves irregularidades que se vienen poniendo en conocimiento de las autoridades desde hace años”.
“Los empresarios hemos seguido invirtiendo, endeudándonos y trabajando a pérdida, muchas veces por la única razón de que los trabajadores no pierdan su fuente de sustento. La falta de respuestas del Gobierno durante meses es totalmente irresponsable y, en la práctica, acaba condenando a algunas empresas”, subraya el comunicado. Según han recordado CIPU y CAPU, el sector viene solicitando “medidas urgentes para evitar la paralización de la flota pesquera industrial y con ello, los perjuicios que ocasiona a todo el tejido empresarial y social del sector”.
“La Industria Pesquera puede y debe ser una fuente de riqueza para los uruguayos”, señalaron también al tiempo que advirtieron que la producción y el empleo podrían duplicarse o triplicarse si el sistema político decidiera “de una vez por todas si quiere que haya pesca en nuestro país o no.”
Las cámaras empresarias piden al gobierno que baje los costos laborales, de seguros y permisos de pesca, además de convertir las multas en apercibimientos y otras cuestiones referidas a la operatoria de puertos y muelles para que la industria sea competitiva, sobre todo frente a la fuerte actividad argentina. Desde el ángulo de los trabajadores, las huelgas son parte de una estrategia premeditada con miras a la próxima negociación salarial, así como la búsqueda de beneficios o exenciones impositivas para el sector. (Fuente: Ámbito) https://es.mercopress.com
