El Día Marítimo Mundial, que se celebra el último jueves de septiembre, conmemora el papel de los trabajadores del mar y es utilizado como jornada de reivindicación para la pesca, que este año denuncia su pérdida de sitio frente a otras actividades como la minería, el turismo o la energía eólica.
La ONU y su Organización Marítima Internacional (OMI) han elegido para el Día de 2023 el lema “50 años del Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques (Marpol) por causas operativas o accidentales.
Representantes de la flota y del Gobierno español han defendido esta semana la necesidad de descarbonizar los barcos, además de reconocer que está creciendo la “economía azul” -de sectores ligados al mar- aunque esa expansión podría dejar de lado la pesca.
Unos 61.116 buques componen la flota pesquera de la UE, 8.657 matriculados en España, primera potencia en pesca de los 27 pero no de Europa, donde los líderes son Noruega y Rusia.
Los directores generales de Pesca de la UE analizan hasta el viernes en Málaga el papel de esta actividad y de la acuicultura en el abastecimiento alimentario.
“Vemos la gran competencia por el espacio marítimo, que está desplazando a los pescadores tradicionales e incluso ocupando sitios que se han ido cerrando a la pesca por motivos medioambientales, sobre todo en Europa”, según el presidente del Consejo Consultivo de la Flota de Aguas Lejanas de la UE, Iván López.
El responsable de este consejo consultivo -que agrupa a la flota y a las ONG- ha declarado a Efeagro que esa competencia se da sobre todo en Europa y “preocupa mucho”, por lo que ha pedido reglas del juego “iguales y equilibradas” para todos los sectores.
En ese sentido, ha señalado que “no puede ser que en nombre de la ciencia se cierren unas zonas a la pesca y en ellas sea compatible la extracción minera”.
También se ha hecho eco de la fuerte controversia en el litoral por la expansión de los molinos eólicos, contra la que se están movilizando en España las flotas de bajura.
