“Lamentablemente, en 10 días deberemos comenzar a parar los buques por falta de pago de arrendamientos, de seguros o falta de mantenimiento”, indicaron desde la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) frente al impacto que genera el nuevo impuesto PAIS de 7,5% en la importación de bienes y del 25% en el caso de los servicios que, en el sector, se expresan como arrendamientos, contratación de seguros y tareas de mantenimiento. Los armadores agrupados en FENA solicitaron por tal motivo una audiencia con el ministro de Economía, Sergio Massa, para revisar el alcance del del decreto 377/23 y, así, evitar afectar la operatoria de buques en el país, e incluso suspenderla.
Alcance
De acuerdo con los empresarios navieros, el decreto empeora aún más la “ecuación económica-financiera de las empresas armadoras argentinas” dado que el impuesto PAIS que se aplica a la marina mercante impacta de manera directa en la importación de bienes en un 7,5%, pero también en un 25% en el caso de los servicios, “y esto sin tener en cuenta los costos de financiación, que a la fecha venía siendo soportado por los armadores, en atención a los plazos de pago que se autorizan”.
“Estas medidas suponen aproximadamente un 10% de incremento en los costos operativos de las empresas, lo que afecta gravemente su competitividad frente a otros modos de transporte como el camión, cuyo impacto ambiental es mayor que el del buque; y por el otro, frente a buques extranjeros”, destacaron. Según los navieros argentinos, el decreto en cuestión “consagra una inadmisible y desleal desigualdad entre los servicios de fletes marítimos prestados por empresas extranjeras (que tributan un 7,5% de impuesto PAIS) en detrimento de la alícuota del 25% que deben abonar las empresas armadoras nacionales por servicios tales como el arrendamiento de buques o seguros”.
Desventaja
“Esta diferenciación de la alícuota de casi 17,5 puntos -continuaron- colocan al armamento nacional en una situación de desleal desventaja competitiva”. Los buques operados por empresas asociadas a las cámaras que integran FENA se encuentran afectados al transporte de combustible tanto para el mercado interno como para las usinas eléctricas, y otros transportan importantes insumos y fertilizantes para el agro. “La paralización de los mismos acarrearía un concreto peligro de desabastecimiento en un plazo breve”, aseguraron. Al mismo tiempo, advirtieron sobre el impacto tanto en las fuentes de trabajo como en la generación de divisas ya que todo servicio que no puedan realizar los armadores argentinos deberán ser prestados por navieras extranjeras que percibirán el pago del flete en el exterior. https://tradenews.com.ar/