Tras centenas de incendios forestales medianos (numerosos de ellos, intencionales, informa la Policía) en el último mes, Bomberos, Fuerzas Armadas y Policía se encuentran exhaustos y enfrentando una absoluta escasez de medios, especialmente si estos sucesos persisten el resto del verano austral o incluso se agravasen. Hasta hace poco, un sólo helicóptero Bell UH-H de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) se encargaba de combatir todos los focos, junto a un Leonardo AB 412 CP de la Aviación Naval, a nivel aéreo, con sus respectivos bambi buckets de 1000 litros, auxiliados panoramicamente por drones ultra livianos DJI, a los que se les sumó otro Huey de la FAU, habilitado en los últimos días, tras inspección.
Bomberos- orgánicos y voluntarios-así como personal del Ejército trabajan en tierra para establecer cortafuegos y enfrentar los diversos focos en tierra, en un ya previsto período de extrema sequedad, inclusive secando cauces de ríos importantes, para esta parte de Sudamérica, muchas veces, en el caso de Bomberos, con dificultades logísticas para la permanencia del personal en el Teatro de Operaciones, inclusive a nivel de carencia de agua potable o alimentación apropiada. Los medios aéreos oficiales escasos (se precisan, al menos, dos o tres helicópteros UH-1H más, existiendo trabas económicas para ponerlos en orden de vuelo) por su parte podrían contar con el concurso de numerosos pilotos agrícolas que, agrupados en su asociación (ANEPA), se han ofrecido reiteradamente a contribuir,y, en las ocasiones que lo han hecho han sido eficaces, incluso auxiliando a Paraguay, no siendo convocados ni por el Sistema Nacional de Emergencias/SINAE, ni por las empresas forestales por motivos que se omiten.
Así mismo, por razones de débil explicación, diversos forestadores y bomberos evitan acudir al uso de contenedores de la FAU, tipo Caylym “Guardian”, de los cuales se adquirieron algunas decenas en 2021 y 30 más en 2022. Se trata de unidades especiales (122x122x88 cm y con mil litros cada uno) de material biodegradable para lanzar agua dulce, espuma o gel a baja altura, sobre los focos ígneos localizados, tanto de día, como de noche. Estos poseen dimensiones estándar para ser operados desde los C-130 sin ninguna modificación especial. Dichos dispositivos ya se han utilizado en Europa, habiendo sido certificados por Leonardo para uso en sus Spartan C 27J, así como en Perú, que equipó con los sistemas a sus modelos, siendo también capaz de operarse desde aeronaves Airbus C235 o C295.
Inclusive es probable que, dado el enorme desarrollo de la industria del cartón y del envase en Uruguay, a partir de un modelo, si hubiera urgencia o necesidad de reducir costos de flete, se pudieran fabricar localmente bajo licencia. Desde su arribo a Uruguay, los bomberos han vetado su utilización, sin embargo, no se sabe si, como es aducido en algunos casos, por temer poca eficiencia del procedimiento, en otros por evitar núcleos poblados, por desavenencias con el planteo o hasta por tema de falta de práctica. Sin embargo, la Dirección Nacional de Bomberos, históricamente la dependencia más relegada por el Ministerio del Interior en materia presupuestal, usualmente obligada a gestionar donaciones anuales como forma- con graves problemas logísticos inmediatamente posteriores- de actualizar recursos, debería, al menos testear estos contenedores, así como la posibilidad, quizá, de que algún blindado de mayores dimensiones en vías de desprogramación o reciente baja del Ejército fuese adaptado como vehículo hidrante a nivel forestal, de haber repuestos disponibles aún, mientras se cuenta con la valiosa colaboración del personal y maquinaria del Arma de Ingeniería, en una situación próxima a desbordar los recursos existentes, si no se acepta la ayuda ofrecida por los pilotos privados y se empieza a evaluar asesoramiento extranjero. (Javier Bonilla). https://www.defensa.com/