La llegada del verano austral marca el inicio de las operaciones logísticas y científicas en la Antártida. Este año, las armadas de Chile, Argentina y Uruguay se preparan para desplegar sus capacidades en uno de los entornos más desafiantes del planeta. La coordinación, la rigurosa planificación y el compromiso con el desarrollo sostenible son los pilares de la Campaña Antártica 2024-2025, donde cada nación cumple un rol vital.
El AP-41 Aquiles y el despliegue chileno
Desde su puerto base en Punta Arenas, el buque de transporte Aquiles zarpará para cumplir una misión de 21 días en la Antártida. Este año, su itinerario incluye la reapertura de la Base Gabriel González Videla y la Capitanía de Puerto de Bahía Paraíso, esenciales para la presencia chilena en la región.
Además, el Aquiles transportará agua potable y llevará a cabo levantamientos hidrográficos en Bahía Fildes, Rada Covadonga y Bahía Chile, utilizando una lancha especializada del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA).
El apoyo a la labor científica es otro eje central de esta misión. El buque transportará investigadores y equipos del Instituto Antártico Chileno (INACH), garantizando que las instalaciones chilenas sigan siendo un centro clave para la investigación en el continente blanco.
“El éxito de esta misión refleja meses de preparación y el compromiso de nuestra institución con la Antártida”, destacó el Capitán de Fragata Cyril Jackson, comandante del Aquiles.
Preparativos en Argentina y Uruguay
Por su parte, el rompehielos argentino ARA “Almirante Irízar” ha completado una intensa fase de alistamiento para la Campaña Antártica de Verano 2024-2025. Durante cuatro días, realizó pruebas de sistemas y simulacros de emergencia en navegación frente a Mar del Plata. También entrenó con un helicóptero Sea King, clave para las operaciones de carga y descarga en condiciones extremas.
Uruguay se suma a este esfuerzo con el ROU 04 “General Artigas”, que liderará la Operación ANTARKOS XLI. Esta misión busca reabastecer la Base Científica Antártica Artigas (BCAA), situada en la isla Rey Jorge. El Capitán de Navío Andrés Chávez, al mando de la operación, señaló que esta misión también incluye el transporte de materiales, equipos y provisiones fundamentales para los compatriotas que trabajan en la base.
Colaboración y sostenibilidad: los pilares del éxito
Las operaciones antárticas no solo aseguran el abastecimiento de las bases, sino que fortalecen la cooperación entre países. Tanto Chile como Uruguay han destacado la importancia de intercambiar experiencias, perfeccionar sistemas y aprender de las capacidades operativas de sus vecinos.
Al mismo tiempo, estas misiones buscan proteger el delicado equilibrio ambiental de la región. Durante la navegación, se realizan controles de contaminación y se refuerzan prácticas sostenibles, indispensables en un territorio que simboliza la cooperación internacional y la conservación global.
Una misión que une a los países del sur
Más allá de los desafíos logísticos y climáticos, las campañas antárticas reflejan el compromiso de Chile, Argentina y Uruguay con un continente que demanda unidad y responsabilidad. La llegada de los buques, los suministros y el apoyo logístico a las bases es un recordatorio del esfuerzo conjunto necesario para garantizar la continuidad de la presencia humana en la región más remota del mundo.
Para los hombres y mujeres que trabajan en el continente blanco, la llegada de estas embarcaciones no solo significa la provisión de equipos y alimentos, sino también un vínculo tangible con sus patrias, que los respaldan desde la distancia.
Estas operaciones no solo conectan naciones, sino que consolidan su rol en la protección y uso sostenible de la Antártida, marcando un paso más en la defensa de un territorio que pertenece a toda la humanidad.
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