El Muelle C se impuso sobre clubes de remeros en el puerto.

EMILIO CAZALÁ

Esta hermosa imagen de un rincón de nuestra bahía que tomamos hace unos 20 años propia de una postal, con una inolvidable cámara Canon A 1, no la veremos nunca más, ha desaparecido, porque aquí se construyó el Muelle C. Solo sobrevivió a ese viejo espacio portuario la estructura del conocido Rowing Club de Montevideo que en su tiempo fue un centro social deportivo distinguido del viejo Montevideo, donde se practicaba el remo, un deporte y esparcimiento bien visto y de moda, lo mismo que el Club Nacional de Regatas, construido mucho antes a su lado, que ahora salvado de la piqueta funciona como oficinas de la ANP. Este club, el primero que tuvo Montevideo muy modesto en sus comienzos aunque más tarde modernizada su estructura, fue demolido también. Hace muchas décadas y con contribuciones de los socios y aportes de algunos de sus poderosos directivos, se construyó el actual edificio que últimamente estaba muy deteriorado. Tanto el Rowing como el Nacional de Regatas, fueron en su tiempo clubes muy de moda y en sus locales apropiados se guardaban cientos de costosas embarcaciones pertenecientes a los socios. Fueron instituciones de gran prestigio donde además en sus salones se realizaban fiestas sociales y hasta bailes. Frente a ellos, por la avenida que abrió el puerto para salir a Colombia, se hallaba la cancha de tenis, espacio que fue un verdadero problema para el puerto, que lo reclamó para estacionar contenedores, pero los rowers no lo veían así. Porque la verdad, desde los años 75, el puerto comenzó a mostrar un rápido desarrollo y con el vinieron los contenedores que ya estaban en todas partes del área. De hecho, la famosa cancha de tenis estaba en medio de las estibas, grúas, elevadores y equipo portuario. Para cancelar las concesiones de ambos clubes a fin de recuperar un amplio espejo de agua y el espacio de la cancha de tenis, la ANP accedió al reclamo del Rowing Club de una suma próxima al millón de dólares y además donar un espacio similar próximo al viejo lugar . Esto fue en junio de 1997. El Nacional de Regatas fue fundado el 8 de mayo de 1874, primero fue una modesta casilla que estaba casi en el mismo lugar donde estuvo decenas de años que fue por el año 1890 y eso se prolongó hasta 1909. En esa fecha, se levantó con gran esfuerzo económico una construcción de chapas al costado del espigón F que perduró hasta que se construyó el actual edificio inaugurado el 9 de septiembre de 1928. Revisando muchos papeles encontramos que dos de sus presidentes fueron el Dr. Estenui Hormaeche, cuando inauguró aquel nuevo edificio en Río Branco y en 1915 fue Alejandro Shaw.

Recuerdos.

Por los años 46, veíamos a los remeros disfrutando de las aguas de la bahía pero ya para entonces comenzaban a ser peligrosas por el intenso movimiento de naves y de los hidroaviones (Junkers y Sunderland) que despegaban y acuatizaban en la bahía. Había que alejarse rápidamente de los remolcadores y de las lanchas rápidas por los torrentes de agua que sus hélices levantaban en la superficie con peligro para la débiles embarcaciones. El movimiento de las hélices sacudía aquellas endebles embarcaciones. Hace ya muchos años, aquella actividad de los aviones y regatas fue prohibida en el puerto sobre todo los aviones, varios de los cuales sufrieron averías con objetos subacuáticos. Las oficinas de Causa, próximo a la calle Florida, dentro del puerto fueron convertidas en oficina de la ANP. Por supuesto, de aquellas instituciones eran usuarios frecuentes jóvenes cadetes de la Armada. Se entraba por Río Branco y allí a poco más de una cuadra se los encontraba los fines de semana disfrutando de las aguas de la bahía. Se los veía especialmente los fines de semana en verano y en Carnaval había bailes, celebraciones y cumpleaños de 15. https://negocios.elpais.com.uy