Las planillas de determinantes y alturas hidrométricas publicadas por la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la Nación constatan profundidades inferiores a los 9,50 metros en algunos tramos donde debería haber 11,50 metros. Los últimos meses, Transport & Cargo viene publicando una serie de artículos donde se refleja el mal dragado que está llevando a cabo Jan De Nul en el río Paraná.
Prácticos, Capitanes de Ultramar, autoridades de puertos públicos y privados, armadores y grandes exportadores coinciden en el deficiente trabajo producto del retiro de varias dragas de la zona y la falta de planificación de la nueva gestión de Jan De Nul liderada por Wim Boosteels que arrancó en julio de 2023. La cantidad de varaduras producidas en este último año debido a bajo fondos por falta de dragado y la cantidad de tiempo que la hidrovía se mantuvo cerrada al tránsito mientras removían los buques siniestrados son un claro ejemplo. Al cierre de esta edición, el buque tanque Sirtaki, de 183 metros de eslora varó durante la maniobra para ingresar el canal Emilio Mitre. Por suerte el portacontenedores Ever Leader, de 335 metros de eslora, pudo frenar su marcha muy poco antes de llegar al punto de varadura, evitando una colisión que pudo haber terminado en catástrofe. Casi en simultáneo, el granelero Stadium II, cargado con 28.400 toneladas de maíz, varó en la zona de Arroyo Seco, en el río Paraná. Esta situación, se agrava ante los pronósticos meteorológicos que refieren a nuevos tiempos de sequía y consiguientes aguas bajas que dificultarán aún más la navegación en plena campaña de exportación agroindustrial.
“Si algo precisa la Argentina hoy son los dólares de la cosecha gruesa y éstos no pueden ponerse en riesgo por la impericia de una empresa dragadora”, dijo a Transport & Cargo el encumbrado directivo de una poderosa exportadora agroindustrial multinacional.
Todas estas consideraciones se corroboran por el estudio que acaba de presentar Juan Carlos Donato, consultor en ecosistemas portuarios y uno de los expertos más metódicos y profesionales del sector.
Marcada dualidad
Bajo el título de “Hidrovía Paraguay Paraná: experiencias de la crisis hídrica de cara próxima licitación de dragado” publicado en el sitio de su consultora JCD Port Management, el experto señaló que “el trabajo de la empresa Jan De Nul denota una marcada dualidad: acertado abordaje de la crisis hídrica (2019/2022) aumentando la cantidad de equipos en operaciones y a la orden, sondajes y relevamientos batimétricos continuos para posicionar dragas en pasos críticos y prontitud ante imponderables e imprevistos que por esos días se multiplicaban”. En base al relevamiento de las planillas de determinantes y alturas hidrométricas publicadas por la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la Nación, Donato destacó los esfuerzos de la empresa dragadora por mantener los niveles de profundidad que garantizaron la navegación en un contexto de presión constante, que durante 2021 y mitad de 2022 registró un promedio general de bajante – 1,09 por debajo del 0.
“La escasa corriente producía sedimentación súbitamente y en cualquier parte, creando bancos de arena donde no debía haberlos. Administraciones portuarias y cámaras de practicaje reconocieron los esfuerzos de la empresa dragadora por mantener niveles de profundidad que garantizaron la navegación en un contexto de presión constante”, reseñó el especialista.
Cambio para peor
Las planillas de determinantes y alturas hidrométricas a partir de julio 2023, o sea desde el inicio de la nueva gestión de Jan De Nul en Argentina, muestran según lo prueba Juan Carlos Donato, “una prestación muy diferente, donde se constatan profundidades inferiores a los 9,50 metros en algunos tramos donde debería haber 11,50 metros. Columnas de observaciones cargadas con alertas por reducciones de márgenes, ajustes de traza y precauciones que presumen deficiencia en el dragado por parte de la empresa belga”. Como conclusión de su informe, Donato destacó que “el cambio climático vino para quedarse” y que “la crisis por la bajante del Río Paraná, generó cuantiosos daños económicos a las economías regionales de la cuenca y perjuicios al sector productivo. Experiencias que se traduzcan en aprendizaje para la mejora de la principal vía navegable y cuidado de nuestros recursos naturales”. Frente a la próxima licitación para determinar el futuro dragador de la hidrovía, estos temas deberán ser tenidos en cuenta por el gobierno nacional. https://www.nuestromar.org/