Luego de contraerse por cuatro años seguidos, en 2017 el valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe, aumentaron 13%, alrededor de US$ 985.000 millones. Esto se debió, principalmente, al impulso «de la mejora en los precios de los productos básicos, en especial del petróleo y de los minerales, que beneficiaron sobre todo a las ventas externas de las economías sudamericanas», indicó un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Con respecto a Uruguay, el trabajo destaca que el incremento de 21% interanual del volumen de exportaciones en el período enero-septiembre lo sitúa con «la mayor tasa de crecimiento» entre los 26 países relevados. Ese crecimiento del comercio exterior local lo atribuye a «la extraordinaria cosecha de soja debido al incremento en los rendimientos por hectárea». Si bien el informe «Estimaciones de las tendencias comerciales en América Latina y el Caribe. Edición 2018» utiliza datos hasta el tercer trimestre del año, las exportaciones locales acumulan a noviembre un aumento de 10,2% incluyendo zonas francas -combinando volumen y valor- frente a igual período de 2016, de acuerdo con los últimos datos divulgados por la agencia gubernamental Uruguay XXI, según consigna El País. «Las ventas externas de Uruguay se expandieron 13% en 2017 debido a un notable aumento de los volúmenes exportados (21%) que compensó la contracción de los precios. El fuerte incremento de las exportaciones a China (72%) explicó tres cuartas partes de la expansión», sostiene el BID. Aparte de los niveles de producción de la soja, menciona «los mayores envíos de carne y madera» como explicación a los números de las exportaciones. Respecto a los destinos de las exportaciones uruguayas, el BID analiza que dejando de lado al gigante asiático, «el resto de los destinos tuvieron un comportamiento heterogéneo: mientras que las ventas a la región y a Estados Unidos se expandieron levemente (4% en ambos casos), aquellas destinadas a Asia (excluyendo China) y a la Unión Europea sufrieron contracciones de 9% y 6% respectivamente». «En los primeros meses de 2017 se observó una fuerte aceleración de las ventas externas de la región que, sin embargo, se estabilizó a partir de abril, y resultó en un crecimiento anual estimado de 13% de las exportaciones en 2017», señala el informe del BID. Así América Latina se recuperó tras dos años de baja: en 2016 el comercio exterior se contrajo 3,3% y aún peor había sido 2015, con una caída de 14,8%. Esta aceleración de las exportaciones en la región le permitió alcanzar una tasa superior a la registrada por el comercio mundial, que tuvo una variación interanual de 9,7% entre enero y septiembre. Aunque la recuperación del comercio exterior abarcó a toda América Latina y el Caribe, se resalta la expansión de 16% que alcanzó Sudamérica, la mayor entre las subregiones. Ese crecimiento llegó de la mano del «incremento de los precios de los productos básicos» y un impulso de Asia como destino. En tanto, la zona de Mesoamérica (México y América Central) aumentó sus exportaciones 9% y los países del Caribe elevaron 11% sus colocaciones en el exterior. Éstos últimos experimentaron «una notable reversión» ya que habían sido los más afectados por la retracción el año pasado (-17,6%). De las 26 naciones relevadas, únicamente cuatro (Barbados, Haití, Paraguay y República Dominicana) registraron una caída de sus exportaciones en 2017. Mientras que 18 países revirtieron este año la tendencia negativa que arrastraban de 2016, y otras tres naciones (Argentina, Costa Rica y Guyana) sufrieron una desaceleración o estancamiento en el ritmo de crecimiento de las ventas externas -Perú fue el único país de la región en donde las exportaciones se aceleraron en 2017-. «En resumen, la recuperación de las ventas externas fue generalizada, particularmente en aquellos países cuyas exportaciones están más concentradas en productos primarios y que se vieron favorecidas por el aumento de los precios», concluye el trabajo del BID. www.uypress.com.uy