Un equipo de investigadores de la Universidad de Glasgow y de Marine Scotland Science llegó a la conclusión de que la pesca de arrastre en aguas profundas está causando mayores daños para el ecosistema y beneficios cada vez menores para los pescadores. -El estudio, publicado en la revista Current Biology, se da a conocer en un momento en que el Consejo Europeo está considerando una controvertida nueva legislación para gestionar las pesquerías de aguas profundas, que incluye la prohibición de la pesca de arrastre por debajo de 600 metros de profundidad. «Lo más notable para tener en cuenta acerca de nuestros hallazgos es que la tendencia en la composición de las capturas por encima del rango de profundidad de 600 a 800 metros muestra que los impactos ecológicos colaterales están aumentando de manera significativa, mientras que el beneficio comercial por unidad de esfuerzo está disminuyendo», explica Joanne Clarke, estudiante de doctorado en la Universidad de Glasgow.- Los científicos utilizaron datos recopilados en estudios de pesca de arrastre realizados a profundidades de entre 240 y 1.500 metros en el Atlántico noreste con diferentes tipos de artes y en varios lugares, entre 1978 y 2013.- Para tratar de determinar si debería establecerse un límite de profundidad para la pesca de arrastre, a los autores del estudio David Bailey, de la Universidad de Glasgow, y Francisco Garrido de Marine Scotland Science se les ocurrió averiguarlo observando los cambios en las tendencias de la composición de las capturas en función de la profundidad.-El análisis de los datos obtenidos reveló la existencia de una clara transición en las capturas a profundidades de entre 600 y 800 metros. Los investigadores descubrieron que había un aumento significativo en la biodiversidad, de la relación de descartes respecto de la biomasa comercial, y de la proporción de tiburones y rayas con respecto a la biomasa comercial. Y determinaron que a medida que aumentaban los impactos ecológicos, disminuía el valor comercial por unidad de esfuerzo.- «A menudo, las limitaciones de profundidad suelen ser etiquetadas como una medida ‘drástica’, poco sofisticada y mal pensada», señala Clarke.-«En este caso, sin embargo, parece que habría algunos beneficios de conservación muy específicos para un límite de profundidad de unos 600 metros». Se espera que en septiembre se reinicien los debates del Consejo Europeo sobre este tema, y si bien hay muchos otros factores en juego, los investigadores afirman estar «muy seguros de que su trabajo atraerá la atención de gente importante y en un momento crítico».- (Foto: Embarcaciones de pesca de arrastre de profundidad.- Copyright FIS).- (www.fis.com)