«Por la peligrosidad que implica la rana toro, este nuevo registro resulta una amenaza a la conservación de la biodiversidad», señalan los autores del trabajo sobre el hallazgo en los humedales de Santa Lucía. En el año 1987, casi una veintena de granjas introdujeron en el Uruguay la rana toro, incentivadas por el propio Estado a raíz de una experiencia similar que se llevaba a cabo en Brasil. La motivación era la oportunidad de negocios que brindaba criar y vender las ancas de rana al exterior. Varios expertos advirtieron entonces que la Lithobates catesbeianus es una de las especies invasoras más dañinas del mundo, por su gran capacidad para prosperar y desplazar anfibios nativos, lo que la convertía en un riesgo serio si no se controlaban estas poblaciones (como lo indica la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Sin embargo, el plan siguió adelante y tuvo consecuencias negativas, y no solamente ambientales. Económicamente el proyecto fue un fracaso, los criaderos cerraron y las ranas, liberadas, comenzaron a expandirse en unos pocos puntos. En el 2005, el herpetólogo Gabriel Laufer lanzó su primera advertencia sobre este problema. Desde entonces, tras comprobar que la rana toro prosperaba en zonas de Canelones, Soriano y Cerro Largo, pidió a la Dirección Nacional de Medio Ambiente que tomara medidas.
En noviembre de este año, los ministerios de Ganadería y de Vivienda y Medio Ambiente, junto con la intendencia del departamento de Cerro Largo y la alcaldía de Aceguá, comenzaron oficialmente la campaña de erradicación en esa zona contra este animal, que ocasiona daños a nivel ambiental y ha sido asociado con el fenómeno del declive global de anfibios. Sin embargo, se siguen descubriendo nuevas poblaciones de rana toro, incluso en áreas protegidas del país. Así lo revela un nuevo trabajo publicado en la Revista Latinoamericana de Herpetología (noviembre de 2018), realizado por el propio Gabriel Laufer junto a Noelia Gobel, Nadia Kacevas e Ignacio Lado. La nota reporta la presencia de una nueva población feral de rana toro americana en la localidad de Cerrillos, Canelones, dentro de un área protegida.
Rana come rana
En Uruguay hay, hasta el momento cuatro poblaciones reportadas, señala el artículo: en Rincón de Pando (Canelones, 2005), en Paraje Bizcocho (Soriano, 2007), Aceguá (Cerro Largo, 2007) y finalmente en San Carlos (Maldonado) en 2015. Mientras que las poblaciones de Rincón de Pando y Paraje Bizcocho no han sido detectadas en los últimos años, las de Aceguá y San Carlos parecen haber iniciado su expansión. Pero en marzo de 2018, un grupo de cazadores deportivos comunicó la noticia de la presencia de ejemplares de esta especie en la localidad de Los Cerrillos, dentro del Área Protegida con Recursos Manejados Humedales de Santa Lucía. Para confirmar la presencia de la especie, los autores del trabajo realizaron una salida de campo al lugar el 22 de mayo de 2018, muestreando tres cuerpos de agua de la zona. Estos cuerpos de agua son reservorios artificiales en una matriz de cultivo de alfalfa, con algunos arbustos y árboles en la periferia. Se realizó un muestreo nocturno de adultos y de larvas con redes de mano y se constató la presencia de ejemplares de rana toro en los tres lugares analizados. «El presente reporte resalta el potencial de participación de los diferentes actores sociales que se encuentran en el territorio (en este caso los cazadores deportivos), como una estrategia de detección y alerta temprana de las invasiones biológicas», señalan los investigadores. En ese sitio funcionó un criadero de ranas toro por un tiempo breve, durante la década del 80. Los autores del artículo creen robable que este criadero sea anterior a los que generaron las invasiones de Aceguá y San Carlos, por lo que la población detectada «podría ser de las más antiguas de Uruguay». «Por la peligrosidad que implica la rana toro, este nuevo registro resulta una amenaza a la conservación de la biodiversidad de Uruguay. Además esta población se encuentra dentro del Área Protegida con Recursos Manejados Humedales de Santa Lucía del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Uruguay. Dicha área tiene una gran importancia por brindar el servicio de abastecimiento de agua para la mitad de la población del país», señala el artículo. Los autores destacan que los anfibios, como componentes importantes de las comunidades dulceacuícolas, son un importante grupo a proteger en esta área, y concluyen con una recomendación: «Resulta necesario evaluar el tamaño y la distribución de esta población, como insumo para su inclusión en un eventual plan de manejo». Publicación: Gabriel Laufer, Noelia Gobel, Nadia Kacevas, Ignacio Lado. Detección con participación ciudadana de una nueva población feral de rana toro (Lithobates catesbeianus) en un área protegida en Uruguay. Revista Latinoamericana de Herpetología (Noviembre 2018). https://www.montevideo.com.uy