En Mar del Plata crece la actividad offshore mientras aumenta el interés por encontrar hidrocarburos bajo el mar; un buque perforador está desde abril trabajando en la zona

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En menos de cinco días, partirá de la Argentina el buque perforador Valaris, con bandera de Islas Marshall, que está fondeado a 300 kilómetros de Mar del Plata desde fines de abril último. Durante este tiempo, perforó el suelo marítimo y obtuvo muestras para establecer si hay petróleo comercialmente extraíble bajo el mar argentino, que serán analizadas por la empresa estatal de Noruega Equinor, la principal productora de petróleo offshore (costa afuera) del Mar del Norte, en sociedad con YPF y con la también internacional Shell. Este pozo exploratorio, llamado Argerich I, es un hito en la historia petrolera argentina: es el primero realizado en aguas ultra profundas, a más de 1500 metros debajo del lecho marino. Está situado en la Cuenca Argentina Norte (CAN) y es uno de los 14 bloques que el Estado Nacional adjudicó para que se busque petróleo y gas en el subsuelo marítimo. “El proyecto exploratorio Argerich en el área CAN-100 explorará recursos recuperables por 1000 millones de barriles de petróleo equivalente. Este volumen es similar a las reservas totales certificadas de YPF en la actualidad (convencionales y no convencionales). El fluido principal esperado es petróleo”, dijo YPF en una presentación ante inversores. Luego de que se anunciaran descubrimientos importantes de hidrocarburos en el sur de Namibia, en África, en 2022, las expectativas en la industria son grandes. Se trata de una región que hace 120 millones de años, cuando el mundo era un solo continente llamado Pangea, se encontraba a no más de 200 kilómetros de distancia de la Argentina. El buque de perforación Valaris bajó de Brasil y está operado por la empresa estatal de Noruega, Equinor, la principal productora de petróleo offshore (costa afuera) del Mar del Norte

El buque de perforación Valaris bajó de Brasil y está operado por la empresa estatal de Noruega, Equinor, la principal productora de petróleo offshore (costa afuera) del Mar del Norte . “La Cuenca Argentina Norte (CAN), donde actualmente está el buque perforador, es una cuenca espejo (desde el punto de vista geológico) de la Cuenca de Orange, en África. Como ambas cuencas sufrieron procesos similares de sedimentación y deposición de elementos orgánicos, las chances de que en CAN se hayan formado hidrocarburos aumentan”, dice un informe reciente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG). YPF, en tanto, dijo ante los inversores: “Hoy el corredor del Atlántico representa una zona con alto interés en la exploración de proyectos de gran escala con producción offshore, como es Brasil, Guyana y el Golfo de México. Recientemente hubo grandes descubrimientos del lado africano y hay directa relación con el margen atlántico argentino y uruguayo, generando alta expectativa. La compañía TotalEnergies descubrió el proyecto Venus y Shell, el proyecto Graff, dos descubrimientos gigantes en Namibia”. Sin embargo, para que el descubrimiento se convierta en un proyecto de producción comerciable podrían pasar años. Al igual que ocurrió con Vaca Muerta, el solo hecho de confirmar la productividad de la roca no es condición suficiente para desarrollar el activo en todo su potencial. Las empresas siguen pidiendo previsibilidad en las reglas de juego.

En los 13 bloques restantes hay exploración temprana de otras petroleras, como la francesa TotalEnergies, la británica Tullow o las nacionales Pluspetrol y Tecpetrol. Algunas están pidiendo a la Subsecretaría de Medio Ambiente que llame a consulta pública virtual y a audiencia nacional, para obtener los permisos para realizar estudios sísmicos. Esto implica la contratación de un buque que toma fotos del suelo marítimo. “Es necesario generar desde la superficie ondas capaces de penetrar el suelo para hacer un mapeo. En la industria de los hidrocarburos se la denomina ‘sísmica marina’. Para generar esas ondas, en tierra se utilizan camiones de gran porte, con un dispositivo especial, que vibra como si estuviese pegando un ‘zapatazo’ en la superficie del terreno. La sísmica nos permite ‘ver’ dónde podría haber hidrocarburos, pero no nos muestra su existencia. Por lo que sí o sí, luego es necesario perforar”, explica el IAPG. El Skandi Caledonia transporta suministros a los barcos que están en la zona de perforación

La francesa TotalEnergies, que fue la primera empresa en producir offshore en la Argentina y que actualmente extrae gas bajo el mar en la Cuenca Austral (AUS), fue adjudicataria de un bloque en la Cuenca Malvinas Oeste (MLO). “Hubo audiencia pública convocada por Ambiente la semana pasada para realizar la adquisición sísmica 3D que, de aprobarse, se hará este verano. Todavía estamos en la etapa de exploración, antes de pasar a la etapa de perforación”, explicaron en la compañía, que comparte el riesgo de búsqueda en sociedad con YPF y Equinor. En una situación similar está Tecpetrol, la petrolera del grupo Techint, que tiene la adjudicación de un bloque también en la cuenca MLO junto con la italiana ENI (que es la operadora del proyecto) y la japonesa Mitsui. La petrolera estadounidense ExxonMobil, en tanto, decidió meses atrás devolver sus tres áreas de operación en las que había sido adjudicataria junto con Qatar Energy (QP). La empresa estatal qatarí, sin embargo, sigue explorando offshore en la Argentina en sociedad con Shell, y tienen dos bloques en la Cuenca Argentina Norte.

“Todas estas actividades permitirán obtener mucha información de calidad que, una vez procesada y analizada, ayudarán a tener un mayor conocimiento del subsuelo y el potencial del offshore. El procesamiento y análisis de esa información llevará algún tiempo”, dijeron en la industria. El interés internacional por la producción de petróleo en el mar argentino comenzó en 2019, cuando durante el gobierno de Mauricio Macri se licitaron los bloques para exploración en las tres cuencas mencionadas y se comprometieron inversiones por US$800 millones. Uno de esos bloques aguas adentro donde se buscaría la posible existencia de hidrocarburos en volumen significativo se presentó entonces cercano a la ciudad de Mar del Plata y disparó inmediatas reacciones de grupos ambientalistas, e incluso del propio gobierno local, que con el intendente Guillermo Montenegro a la cabeza solicitó por vía judicial estudios de impacto ambiental para garantizar que el proyecto por desarrollar no representaba riesgos para estas playas, parte del principal activo de la ciudad turística más importante del país.

A comienzos del año pasado un tribunal de alzada rechazó recursos presentados por organizaciones ecologistas y habilitó el inicio de tareas de exploración petrolera en la Cuenca Argentina Norte con algunas exigencias, la mayoría vinculadas a medidas para evitar el impacto sobre la ballena franca y el Agujero Azul, considerado como espacio de biodiversidad a preservar. La Corte Suprema también dio su aval. De todas maneras, la instancia judicial sigue abierta con cuatro amparos que esperan resolución sobre cuestiones de fondo. De aquellas manifestaciones, que comenzaron multitudinarias, ruidosas y en pleno desarrollo de la temporada estival, se llegó a una actual instancia de expectativa general y relativo entusiasmo de sectores empresarios y gremiales, que ven a unos 300 kilómetros de estas costas la génesis de una oportunidad de crecimiento única no solo para la ciudad sino para la región. La Confederación General del Trabajo Regional de Mar del Plata fue de las primeros en dar impulso. “Mar del Plata no puede desaprovechar esta magnífica oportunidad de generación de empleo, de dinamización de la economía, de sacar a miles de marplatenses y batanenses de la pobreza”, anticipaban hace más de dos años, cuando el proyecto daba pasos iniciales y las oposiciones abundaban.

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