Este fin de semana, Uruguay verá una vez más el regreso masivo de ciudadanos desde Argentina en el conocido fenómeno del “voto Buquebus”, una tradición electoral distintiva. Ante la imposibilidad de votar en consulados, miles de uruguayos que residen en el extranjero vuelven temporalmente para participar en las elecciones presidenciales, haciendo del viaje una obligación cívica y, para muchos, también una oportunidad de reencuentro familiar.
Agustín, un ingeniero en sistemas de 35 años, es uno de los que ya está en camino. Desde el puerto de Buenos Aires, comentó que su prioridad es votar contra el plebiscito sobre la reforma de la seguridad social. “Voto por la izquierda, pero me importa más el plebiscito. Si se aprueba, va a afectar las cuentas fiscales y perjudicarnos a todos”, explicó, añadiendo que aprovechará para disfrutar de un asado y visitar amigos.
La movilización no es exclusiva de un sector. Aunque históricamente los votantes en el exterior han favorecido al Frente Amplio, analistas apuntan que las nuevas generaciones tienen una mayor diversidad política. Todos los partidos se han preparado para atraer a sus seguidores, conscientes de que cada voto puede ser crucial en unos comicios reñidos.
El político Nicolás Lasa, del Frente Amplio, relativizó el impacto del voto emigrante, aunque destacó la actividad de los 40 comités del partido en Buenos Aires. A su vez, los partidos han negociado descuentos del 50% en pasajes con Buquebus, buscando facilitar el viaje de los votantes, aunque muchos se ven obligados a evaluar si pueden permitírselo. “Con la crisis actual, hasta con descuento sigue siendo muy caro”, comentó Lasa.
Mientras tanto, historias como la de José Martínez, un comerciante residente en Argentina desde 1978, reflejan el compromiso de muchos. “Desde que volvió la democracia, no me perdí ni una elección. Es un deber cívico”, afirmó en plena travesía hacia Montevideo.
Este fenómeno, que en elecciones anteriores movilizó a unos 20.000 uruguayos, destaca no solo la pasión democrática del país sino también los desafíos logísticos y económicos que enfrentan sus ciudadanos en el exterior.
Sol Bermo para Visión Marítima
