En 36 años de carrera, el prefecto Nacional Naval y contralmirante pasó por distintos cargos dentro de la Prefectura en Colonia, Carmelo y Mercedes, entre otros. El prefecto Nacional Naval y contralmirante pasó por distintos cargos dentro de la Prefectura en 36 años de carrera. Elizondo egresó de la Escuela Naval en 1988 y comenzó a prestar servicio en el Cuerpo de Prefectura. En 1989 pasó a la Prefectura del Puerto Montevideo. En los años siguientes, ocupó cargos en unidades como, entre otras, las prefecturas de Colonia, Carmelo y Mercedes, donde prestó servicios como oficial, subprefecto y prefecto. Elizondo fue testigo del crecimiento del puerto de Montevideo mediante inversiones millonarias públicas y privadas. “Hay una afectación del trabajo de Prefectura” por el aumento del tráfico marítimo, dijo. -Montevideo se está transformando en un “puerto hub” que recibe cargas de la región con destino a otros continentes. ¿Ello impacta en el trabajo de Prefectura?
-Afectación siempre hay. El tema es cómo el entorno facilita ese incremento de tráfico de mercaderías y de buques, porque las unidades de la Prefectura en los diferentes puertos funcionan a demanda del tráfico marítimo o de una agencia marítima. Entonces nuestro personal lo que tiene hoy es más actividad.
-Entonces hay un incremento de los controles.
-Hay una afectación, pero también hay una colaboración de los operadores marítimos con la Prefectura. Ellos precisan solucionar sus problemas.
-Estoy seguro que, por ejemplo, el número de movimiento de cargas que se está dando ahora, debe ser 20 veces superior al de hace 10 años. Ello aumentó el tráfico de barcos en aguas uruguayas. ¿Hay más trabajo para Prefectura?
-Hay más trabajo y más controles (hechos por Prefectura). Existe una mayor ocurrencia de delitos y faltas.
-¿Y el personal es el mismo?
-El personal es el mismo o menos. A nosotros nos cuesta mucho tiempo formar un profesional. Entonces cuando se pasa a retiro, por la causa que sea a personal capacitado, cuesta bastante tiempo llegar a formar nuevamente un profesional. Pero en ese contexto seguimos manteniendo resultados favorables en la parte técnica. Esa gran demanda (de operadores marítimos y logísticos) lleva a que tengamos que dedicar más horas. Y como no somos una empresa, hasta que no solucionemos un problema, nosotros no nos vamos. Y si nos fuimos (del lugar) y persiste el problema, tenemos que volver para tratar de solucionarlo. Así funciona una unidad de Prefectura en la Armada Nacional. El prefecto, el subprefecto, el jefe de operaciones, no tienen horario porque el problema en el ámbito marítimo no tiene hora. Una unidad de la Prefectura sería como una emergencia móvil sumado a los procedimientos que genere el propio organismo. Hay un gran compromiso del personal.
-¿El tráfico marítimo es cada vez más intenso por aguas uruguayas?
ؙ-Aumenta año a año. Se requiere equipo tecnológico para controlar ese tráfico marítimo. Porque lo que hay que entender es que controlar el tráfico marítimo es darle la autoridad a un organismo del Estado para que justamente ordene y disponga cómo se va a hacer ese tránsito. Porque ese tránsito administrado se transforma en un tráfico.
– ¿Es muy complejo controlar el tráfico de embarcaciones en el Río de la Plata?
-Para tener el control del tráfico se precisa primero controles electrónicos, sea a través de radar o del sistema AIS y a su vez de centros de control marítimo, como tiene la Prefectura para mantener comunicación con los buques que circulan dentro de la jurisdicción uruguaya. Esa comunicación y esa voz de la autoridad es la que lleva a decir al buque que está autorizado a fondear o a entrar a puertos y que, por ejemplo, no está autorizado a navegar en determinada zona. Eso es controlar el tráfico marítimo. Para todas esas cuestiones de control del tráfico de buques, se requiere tecnología y equipamiento que, al día de hoy, no estamos teniendo las actualizaciones convenientes de esos equipos. Entonces desde ese lugar también existe una carencia. Y es un desafío justamente poder llegar a esos estándares donde hay compromisos con la Organización Marítima Internacional (OMI) de parte de nuestro país de dar cumplimiento a esas cuestiones. No obstante ello, con el esfuerzo de nuestra gente y a través de diferentes proyectos, se sigue intentando recuperar esa capacidad (de funcionamiento). Saliendo de lo que es seguridad marítima, también en cumplimiento de otras normas de la Organización Marítima Internacional, tenemos que llevar adelante planes de protección de buques y de instalaciones portuarias (Código PBIP). La Prefectura Nacional Naval de la Armada Nacional tiene la responsabilidad del cumplimiento de este código.
-¿A qué apunta este código?
-Promueve que cada terminal portuaria y cada buque tengan su plan de protección. O sea, cómo esa terminal portuaria autorizará a personas a transitar por ella o qué mercaderías ingresarán a la misma. Sucede lo mismo con un buque. Se debe llevar un registro de las personas que suban a una embarcación. Eso hoy por hoy también es una preocupación.
-¿Por qué razón?
-La preocupación (de Prefectura) es muy grande, ya que se pretende que no entren a terminales o a buques personas que no están habilitadas o cargas que no están autorizadas. Acá entra el tema de la droga y la delincuencia y la prevención de los delitos. Y en ese contexto es que la Prefectura interactúa como auxiliar de la Fiscalía con capacidad legal, policial e investigativa. Estamos hablando de delitos, delincuencia e investigación. Si no hay investigación, básicamente la Prefectura actúa en infraganti delito. Más allá de hacer tareas preventivas, las autoridades policiales, como la Prefectura y la Policía, la máxima capacidad que tienen es la de investigar. La tarea preventiva se basa en recorridas, por agua, por tierra, donde sin duda hay una necesidad de realizar mejoras de las embarcaciones marítimas y fluviales porque son material que va quedando con cierto uso. Y es necesario su recambio por seguridad (del personal y de terceras personas).
“No tenemos suficientes técnicos pero tarea se hace”
-¿Las inversiones en infraestructura se tradujeron en mayores movimientos de cargas?
-Si no hay buques no hay carga y si no existen puertos no vienen embarcaciones. En ese contexto, los desafíos que tenemos con todas estas inversiones, las cuales sin duda traen aparejado más movimientos de cargas y de buques, es el cumplimiento justamente de normas de la Organización Marítima Internacional (OMI). Se trata del control de que esos buques que navegan por nuestras aguas no contaminen y operen con seguridad.
-¿Qué controles hace Prefectura en materia de contaminación marítima?
-El equipamiento de a bordo del buque debe cumplir con las prescripciones de la Organización Marítima Internacional. Y también se debe controlar que la tripulación tenga la titulación y la formación para operar esos equipos y que uno de los tripulantes no abra por error la válvula para tirar combustible a la sentina. Es decir, nuestro control apunta a los equipos del buque y a la formación de los tripulantes.
-¿Por qué se apunta a esos factores?
-Pensar en un control de la contaminación, viendo que un barco tiró combustible, ya contaminó. Y lo que puede hacer la Prefectura es recoger ese combustible, limpiar la zona y multarlo. Pero la prevención realmente va en otro nivel técnico. Y es en eso donde nosotros hoy tenemos muchos desafíos por el capital humano que tenemos. No contamos con la cantidad de profesionales necesarios para hacer una tarea eficiente. No quiere decir que la tarea no se haga. En las empresas privadas e instituciones públicas hay alta rotatividad de las personas. Es un problema internacional.
“Jurisdicción de Armada tiene 2.800 kilómetros”
-Uruguay tiene cientos de kilómetros de costa oceánica y fluvial, lo que dificulta las tareas preventivas de la Armada Nacional en general y de la Prefectura en particular. ¿Es así?
-Toda la jurisdicción de la Armada tiene 2.800 kilómetros de costa. Y también una superficie de agua bastante importante.
-Autoridades gubernamentales y jerarcas de la Armada han denominado “Pradera Azul” a ese gran espacio marítimo que pertenece a Uruguay.
-Sumado a la actividad diaria (de Prefectura), hay un tráfico marítimo-fluvial que puede haber en el río Uruguay o en el Río La Plata, que no es controlado por falta de equipamiento tecnológico que lo puede identificar más allá de la presencia efectiva de medios en el lugar (de los hechos). Si la Prefectura hace un procedimiento en una zona sin contar con toda la información, seguramente detendrá a esas personas, pero no tendrá posibilidad de acceder a la organización delictiva. Posiblemente con técnicas investigativas y con disposiciones de la Fiscalía se pueda tener algún avance en ese contexto. Pero lo ideal es aplicar diferentes metodologías para atacar el crimen organizado. En ese crimen organizado también se da lo que es el crimen transnacional. Son todos factores que van concatenados unos a otros y que se complementan en forma importante, que la Armada Nacional a través de la Prefectura Nacional Naval, tiene el órgano apropiado, dentro de una organización naval militar, para ejercer la tarea policial con eficiencia y con el marco legal en una actividad específicamente establecida en lo que es la lucha contra el crimen.
-Volviendo al control de buques. ¿Se encuentran muchos problemas o rara vez se observa un desperfecto en un buque llega a un puerto uruguayo?
-No es raro encontrar algunas cuestiones menores en una embarcación. Hay deficiencias leves y deficiencias graves que pueden llegar a determinar la detención del buque hasta que no solucione ese problema. Hay que fijarse en la autoridad y la responsabilidad de la Prefectura, ya que tiene que decirle al capitán de ese barco: “usted no va a zarpar del puerto hasta que solucione este problema”. Todos esos problemas (de un buque) están identificados por las autoridades marítimas de la región. https://www.elpais.com.uy