Ciudad de Panamá, 31 de diciembre de 2024. En una ceremonia cargada de simbolismo, Panamá celebró este martes el 25º aniversario del traspaso del Canal de Panamá, consolidado como uno de los pilares estratégicos de la economía global y orgullo nacional. Sin embargo, las festividades no estuvieron exentas de tensiones, debido a recientes declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha sugerido «retomar el control» de la vía interoceánica.

La conmemoración, realizada en el jardín de la sede de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), contó con la presencia del presidente panameño José Raúl Mulino, quien recordó la importancia histórica del tratado Torrijos-Carter, firmado en 1977, que garantizó la soberanía panameña sobre el canal a partir del 31 de diciembre de 1999. En su discurso, Mulino expresó su alegría por los logros alcanzados, pero lamentó profundamente el reciente fallecimiento del expresidente estadounidense Jimmy Carter, uno de los firmantes del histórico acuerdo.

Durante la ceremonia se guardó un minuto de silencio en memoria de Carter, fallecido a los 100 años el domingo pasado. «Con la firma de los tratados Torrijos-Carter, los panameños nos comprometimos como nación a una operación segura del canal, abierta al tránsito pacífico para todas las naciones. Hoy, 25 años después, podemos afirmar que hemos cumplido», declaró el administrador de la ACP, Ricaurte Vásquez.

El canal, que conecta los océanos Atlántico y Pacífico a lo largo de sus 80 kilómetros, mueve actualmente el 5% del comercio marítimo mundial y representa el 6% del PIB panameño. Además, es responsable del 20% de los ingresos fiscales del país. Para Panamá, es mucho más que una obra de ingeniería: es un símbolo de soberanía y desarrollo, como destacó el ministro del Canal, José Ramón Icaza, calificándolo como «una maravilla del mundo».

No obstante, las amenazas de Donald Trump, quien calificó las tarifas del canal como «ridículas» y sugirió que Estados Unidos debería recuperar el control de la vía, generaron un fuerte rechazo en sectores panameños. Aunque las autoridades optaron por no mencionar el tema durante la ceremonia, la sombra de estas declaraciones marcó un contraste con el tono solemne del evento.

La jornada también incluyó homenajes a los panameños que perdieron la vida en 1964, cuando intentaron izar una bandera nacional en la Zona del Canal, entonces bajo control estadounidense, en un episodio que fue clave en la lucha por la soberanía panameña.

En un momento de reflexión y unidad, Panamá reafirma su compromiso con la operación eficiente y segura de esta estratégica infraestructura, mientras enfrenta los retos de un entorno internacional cada vez más complejo.

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