EL CALIPSO, LA MÍTICA NAVE DE COUSTEAU, VUELVE A NAVEGAR

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la Calypso

Veinte años después del accidente que sufrió en Singapur, el buque cumplirá el sueño del viejo oceanógrafo, que siempre quiso que se restaurase y fuera dedicado a la ciencia y la educación. Ha sido una lucha de 20 años que, por fin, acaba bien. En este arranque del 2016, el mítico barco de Jacques Cousteau, el Calypso, tendrá una nueva vida, exactamente cuando se cumplen 20 años desde su accidente en Singapur. Después de explorar la posibilidad de un futuro monegasco para el legendario buque se ha podido adoptar otra solución para salvar el Calypso. Francine Cousteau, presidente de las Asociaciones creadas por el Comandante ha estado luchando durante 20 años para salvar el barco. La Sociedad Cousteau compró gracias a Loel Guinness en 2005 por el simbólico precio de un euro, para seguir sirviendo a la ecología a través de los océanos del mundo.


 

Miles de fans de todos los países han proporcionado apoyo moral para que el Calypso navegue de nuevo. Los costos considerables relacionados con este proyecto, hicieron que debiese parar a lo largo de estos 20 años, a pesar de las ayudas como la de Guinness, que fue mecenas del viejo profesor Cousteau. Pero en su nombre, Francine Cousteau fue capaz de convocar en la misma mesa a clientes internacionales con ofertas muy generosas de colaboración y muy motivados, dispuestos a compartir algunos de los objetivos de la Sociedad Cousteau.–Después del largo proceso, al final del primer trimestre de 2016, el Calypso dejará los astilleros de Concarneau y comenzará su nueva vida. Además del casco histórico de la embarcación y su equipo, el Calypso estará equipado con dos motores comprados a Volvo en 2009.

MOTORES NUEVOS.-Francine Cousteau, explica: «Cuando regrese el Calypso al Mediterráneo, navegará alimentado por sus propios motores, como siempre quiso el Comandante Cousteau. Me complace especialmente anunciar esta gran noticia, después de 20 años de lucha contra la adversidad y giros del destino. Doy las gracias a todos los que nos ayudaron  y les invito a aquellos que comparten nuestra alegría a unirse a nosotros». El barco vivió pendiente de duelos judiciales, de los que se ha salvado gracias al tesón de Francine Cousteau. En 2007 había sido trasladado a Concarneau para su restauración en los astilleros Piriou y su reconversión en un buque-museo itinerante para la divulgación científica. Pero la crisis y el alto costo del proyecto acabaron abandonados como el casco, oxidado en el astillero.

Se pensó en un museo estático, y en uno itinerante después. Ahora la historia acaba en final feliz y el barco volverá a navegar al servicio de la ciencia y la ecología. En enero de 1996, un año antes de la muerte de Cousteau, una barcaza colisionó con el Calypso y lo dejó inútil. El viejo oceanógrafo dejó escrito tras el naufragio que le gustaría que sus restos se dedicaran algún día a la educación y de la ciencia oceanográfica. Por fin ese sueño se ha cumplido. – Fuentes: www.abc.es y http://construyendoelmuseoportuario.blogspot.com.uy/ – (Por Carlos Castillo)

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