Pero el inmenso e intenso trajín pasó factura. Tras los entrenamientos en Punta del Este junto a otras veleristas sudamericanas, hace algunas semanas fue tiempo de participar en la Semana de Buenos Aires. Y comenzaron a pasar factura aquellos dolores de espalda intensos, que obligaron a que tuviera que bajarse de la competencia.-A partir de ese momento “Lola” se sumergió en trabajos de fisioterapia, que continúa en Montevideo, en el Centro Médico Deportivo. Y tiene en claro que será más que difícil, por no decir imposible, poder sumarse a la flota que competirá en el Mundial de Omán a partir del próximo 8 de noviembre.
UN SALTO ENORME.- No hay que olvidar que Moreira dejó el Optimist, con poca exigencia en cuanto a entrenamientos, hace apenas un año y medio. Y dio el salto a la competencia de alto rendimiento prácticamente de la nada, gracias a sus cualidades técnicas.- Sus actuaciones disimularon la gran diferencia en cuanto a físico frente a deportistas no solo experimentadas, sino que llevaban años de preparación física profesional y específica para la disciplina. Por eso, ese salto enorme, sin dudas pasó factura.- Para Dolores ahora será tiempo de recuperación, de diagramar con minuciosidad la planificación de los entrenamientos, con un primer objetivo tentativo que podría ser el Mundial Juvenil que se desarrollará en Malasia a fines de diciembre. O bien en enero, cuando las diferentes clases se reúnan en Miami para competir en un Mundial. Igual, desde comienzos de 2016 hasta mediados de año, cuando se disputen los Juegos, habrá varias competencias internacionales para llegar a Rio de la mejor manera. Pero no hay que olvidarse que, con solo 16 años, debe apuntar al siguiente ciclo olímpico. – (El Telégrafo)