Este 22 de marzo, el mundo conmemora una vez más el Día Mundial del Agua, una fecha establecida por las Naciones Unidas en 1993 para concienciar sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de una gestión sostenible del recurso. Este año, la ONU ha puesto el foco en la conservación de los glaciares, alertando sobre su acelerado derretimiento debido al cambio climático y sus consecuencias para el suministro de agua y la estabilidad de los ecosistemas.
El Día Mundial del Agua tiene su origen en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en 1992 en Río de Janeiro, donde se reconoció la urgencia de abordar los desafíos globales relacionados con el agua. Desde entonces, cada año se elige un tema específico, y en 2025 la mirada se centra en la alarmante pérdida de los glaciares.
La Asamblea General de la ONU ha declarado este 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, y por primera vez se celebrará el Día Mundial de los Glaciares el 21 de marzo, en vísperas del Día Mundial del Agua.
Los glaciares cubren el 10% de la superficie terrestre y contienen cerca del 70% del agua dulce del planeta. Son fuentes cruciales de agua para millones de personas en todo el mundo, pero su rápida desaparición está generando consecuencias alarmantes, desde el aumento del nivel del mar hasta la reducción de las reservas de agua en zonas dependientes del deshielo.
El Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2025, titulado «Grandes montañas y glaciares», será presentado en esta jornada para destacar la necesidad de proteger estos ecosistemas frente a las crecientes amenazas del calentamiento global.
Si bien Uruguay no posee glaciares, la crisis del agua nos afecta directamente. En los últimos años, las sequías extremas han puesto en evidencia la vulnerabilidad del país ante la escasez hídrica, intensificada por el cambio climático y el mal manejo de los recursos.
En el ámbito marítimo, la alteración de los ecosistemas acuáticos y el impacto del aumento del nivel del mar son desafíos que requieren atención. La conservación del agua dulce no solo es vital para el consumo humano, sino también para la navegación, la pesca y el equilibrio de los ecosistemas costeros y fluviales.
La ONU hace un llamado a gobiernos, empresas y ciudadanos a tomar medidas concretas para reducir la huella de carbono y mitigar el impacto del calentamiento global sobre los glaciares. Algunas acciones clave incluyen:
- Implementar estrategias de adaptación para garantizar el acceso al agua en regiones afectadas.
- Reducir el uso indiscriminado del agua y fomentar su reutilización.
- Promover energías renovables para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero.
- Crear conciencia sobre la importancia de los glaciares y su papel en la regulación climática.
En este Día Mundial del Agua, la conservación de los glaciares se convierte en una causa global que nos interpela a todos. Uruguay, como nación con una fuerte relación con el agua y el océano, no está ajeno a esta problemática. La protección de los recursos hídricos es un compromiso ineludible para garantizar la sostenibilidad y la seguridad hídrica de las futuras generaciones.
Visión Marítima
