Se cree que el hielo derretido de la Antártida, que ha provocado que el nivel global global de los océanos aumente al menos 13.8 milímetros en los últimos 40 años, proviene principalmente de un lugar: la inestable capa de hielo de la Antártida Occidental. Un grupo de científicos que estudiaron 40 años de imágenes satelitales han descubierto que la capa de hielo de la Antártida oriental, considerada en gran parte aislada de los estragos del cambio climático, también puede estar derritiéndose a un ritmo acelerado. Esos resultados, en desacuerdo con un gran estudio de 2018, podrían remodelar dramáticamente las proyecciones del aumento del nivel del mar si se confirman en posteriores revisiones. “Si este documento es
correcto, cambian las perspectivas sobre el aumento del nivel del mar en este siglo”, dice el científico del clima de la Universidad de Princeton Michael Oppenheimer, quien no participó en el trabajo. La capa de hielo de la Antártida oriental contiene 10 veces el hielo de su vecino que se derrite a una tasa mucho más rápida de lo que hasta ahora se creía. La capa de hielo de la Antártida Occidental, cuya base está por debajo del nivel del mar, ha sido considerada como la más vulnerable al colapso debido al aumento de las temperaturas del planeta. Con una ayuda de la gravedad, una corriente profunda de agua tibia se desliza debajo de la lámina, derritiéndola desde abajo hasta que se convierte en una plataforma flotante con riesgo de romperse. En contraste, se cree que las temperaturas frías y una base principalmente sobre el nivel del mar mantienen la capa de hielo de la Antártida oriental relativamente a salvo de la entrada de agua caliente. Un estudio colaborativo de más de 60 científicos, publicado el año pasado en la revista Nature, estimó que la capa de hielo de la Antártida Oriental en realidad agregaba alrededor de 5 mil millones de toneladas de hielo cada año desde 1992 hasta 2017.
El cambio climático como gran causante
Para descubrir qué tan rápido está ocurriendo la pérdida de hielo en la Antártida, el experto en glaciares Eric Rignot, de la Universidad de California en Irvine, y sus colegas combinaron 40 años de imágenes satelitales y modelos climáticos. Los modelos se utilizaron para estimar las nevadas anuales, que con el tiempo agregan hielo a los glaciares de la región. Luego, el equipo midió la velocidad del hielo que fluye hacia el mar mediante el seguimiento de puntos de referencia visuales en los glaciares a través del tiempo. Esto les permitió calcular la cantidad de hielo que cada uno de los muchos glaciares del continente enviaba al mar cada año desde 1979 hasta 2017. Al restar la cantidad de hielo agregada anualmente por la nieve de la cantidad de hielo que se pierde en el mar, los investigadores determinaron la cantidad de hielo que se ha ganado o perdido en estos gigantescos bloques. En general, el estudio encontró que la Antártida ahora envía seis veces más hielo al mar cada año que en 1979. Durante los 40 años relevados en el estudio, la Antártida agregó 13.8 milímetros al nivel global de los océanos, y la mayoría proviene de la Antártida Occidental, aunque de la Antártida Oriental, conocida también como Tierra de Wilkes, se desprendió cerca del 30% de hielo agregado a los océanos. http://www.lr21.com.uy