Contratos ya incorporan el tiempo de desamarre para no incumplir.- La boya petrolera de Ancap ubicada en José Ignacio se encuentra en una zona del océano Atlántico catalogada por los técnicos de “muy difícil descarga y carga de combustible” por parte de los barcos cisternas por lo que la hace inconveniente en materia financiera para Ancap.
– Este hecho, revelado recientemente, es visto por las actuales jerarquías de la empresa pública como uno de los “grandes problemas logísticos” que tiene Ancap, dijo, según la versión taquigráfica del Senado, la gerente de comercio exterior del ente de los combustibles, NunziaSpagna. “La terminal de José Ignacio está catalogada como una zona donde la probabilidad de mal tiempo supera la franja promedio de las descargas de los barcos en el mundo”, sostuvo Spagna en la comisión investigadora del Senado sobre la gestión de Ancap. “Con ello, ya de arranque, cuando los armadores tienen que negociar el contrato le ponen un retraso importante al costo de la demora por la probabilidad de mal tiempo”. Agregó que dependiendo de la tecnología del barco, las demoras pueden generar costos diarios que van de USD 35.000 a USD 50.000. Las primeras treinta y seis horas de demora corren por cuenta y orden del proveedor del crudo, pero a partir de ese momento los costos pasan a ser de Ancap.- “En algunos casos hemos tenido la fortuna de poder llegar a un acuerdo con los proveedores y pudimos negociar cincuenta y cincuenta, pero eso depende de la voluntad del armador y del proveedor, que no ocurre en la mayoría de los casos”, sostuvo la jerarca. Según confió ante los legisladores, a lo largo del año la demora de descarga de crudo en José Ignacio implica un costo importante. “En algunos de los casos hemos tenido suerte, pero en el último hemos estado demorados nueve días por mal tiempo”, señaló.Ilustró que a simple vista las condiciones del tiempo pueden verse favorables pero en la terminal petrolera se da un escenario totalmente diferente. “En este momento tenemos un barco esperando en José Ignacio.-Hace cuarenta y ocho horas que atracó, pero hubo que desamarrarlo y liberarlo porque hay mar de fondo; por lo tanto, quedó con la mitad del cargamento a bordo. Ahí empieza a contar la demora. Cuando hay mar de fondo y los capitanes, tanto del barco como los de amarre, coinciden en que el riesgo para que el barco esté amarrado es muy alto, debe quedar afuera. Entonces, hay que desamarrarlo con los costos operativos que ello implica y esperar el buen tiempo. Eso es lo que hoy nos está sucediendo”, contó Spagna.El 95% de las demoras de los barcos de crudo se debe a los factores climáticos, sentenció, aclarando que el monto total anual de gastos operativo de Ancap en materia de amarres y descargas en la terminal de José Ignacio varía muchísimo año tras año.-
MÁS PÉRDIDAS QUE GANANCIAS.-Cuando Raúl Sendic revestía como presidente de Ancap, consideró que la boya petrolera de José Ignacio generaba al ente “más pérdidas que ganancias”.“Cuando se construyó la terminal, había una disponibilidad operativa de 65% del tiempo real, ahora es de 35%”, dijo el entonces presidente del ente. Sendic expresó que cada vez habrá menor disponibilidad de la boya y es por eso que Ancap planteó la construcción de un dolphin que es un lugar de descarga de barcos de petróleo y de combustible muy cercano al puerto de Montevideo.- (La República)