Consultora sugiere analizar continuidad del proyecto.La caída del precio del barril de crudo y la mayor generación de energía eólica son elementos que ponen en duda avanzar en la construcción de la planta regasificadora, según un informe sobre los desafíos del mercado eléctrico elaborado por Objetiva (portal de la consultora Deloitte). Según el documento —y tomando en cuenta datos de la Administración del Mercado Eléctrico (ADME)— uno de los hechos más relevantes de 2015 fue el avance de la generación de energía eólica que superó los 2.000 gigavatios y aportó un 18% de la oferta bruta de electricidad, cuando dos años atrás su peso relativo alcanzaba el 1%.
El informe recordó que la estrategia energética delineada por las autoridades en los últimos años incluía la incorporación de una regasificadora en el sistema.»La fundamentación desde el punto de vista del mercado eléctrico era reducir el costo de la generación térmica, bajo el supuesto de que el gas natural abarataría la producción respecto al uso de fuel oil y gasoil», indicó. Sin embargo, Deloitte señaló que la fuerte caída del precio internacional del petróleo y sobre todo el cambio de escala en la producción eólica «parecen cuestionar la justificación del proyecto (al menos con las características en las que fue concebido)».
Además, añadió que desde el punto de vista de los volúmenes a consumir, la producción térmica tradicional representó en 2015 menos del 10% de la oferta total de electricidad, algo que continuaría en torno a esos niveles en los próximos 10 años, según su proyección.
La consultora indicó que también es posible argumentar que aunque la generación térmica no sería a priori tan relevante, será necesario contar con mayor potencia de «respaldo» ante la elevada proporción que alcanzó la energía renovable (que es sumamente variable) en el total.
«De todos modos, ese ángulo obliga a transitar previamente la discusión de si la dimensión y el costo del proyecto de la regasificadora se condicen con el valor de contar con ese respaldo dentro del sistema local y de que éste esté dado por centrales en base a gas natural y no en base a fuel oil y gasoil», sostuvo el documento.
Exportación.
En otro pasaje, se señaló que hubo un cambio que permite a Uruguay consolidarse como exportador de energía. Deloitte explicó que si bien el país fue tradicionalmente un importador de electricidad, el fuerte aumento de la potencia instalada de los años más recientes determinó que se volviera un exportador neto. Informó que en 2014 y 2015 se vendieron en promedio unos 1.000 gigavatios anuales de energía, dirigidos casi exclusivamente hacia Argentina.
Con ese antecedente, para la consultora el próximo paso es consolidar ventas también hacia Brasil. www.elpais.com.uy