El objetivo general de este proyecto es determinar la importancia bio-ecológica de los distintos hábitats (ej. Caleta Valdez, Bahía Anegada, Cabo San Antonio) que utilizan con frecuencia diversas especies de grandes tiburones como el cazón y el gatopardo. Hasta el momento dentro del proyecto se han señalado ejemplares de cazones y gatopardos (150 en total) para ver su migración y determinar patrones de uso de las distintas áreas. En un marcado previo durante el 2011, dentro del Proyecto Arrecife, se habían recapturado dos cazones cerca de Mar del Plata y de San Blas, pero nunca tan lejos. Hasta el momento, los resultados obtenidos por el grupo de trabajo antes mencionado confirman la hipótesis (basada en conocimiento de pescadores y datos pesqueros) de que existiría una única población de cazones para todo el Atlántico. Se supone que en primavera esta población migra desde las aguas del sur de Brasil y Uruguay, donde pasa los meses más fríos del año, hasta el sur de Argentina (Golfo San Jorge ~ 46° Sur), donde pasa los meses más cálidos del hemisferio sur. Atlántico Sur, los símbolos en forma de círculos indican los lugares de recaptura de cazones (Galeorhinus galeus) en el Canal Culebra (40.2° S y 62.1° W – 15 m de profundidad), Bahía San Blas, frente a la costa de Mar del Plata (38° 24´ S y 57° 18 W – 40 m de profundidad) y en aguas Uruguayas (35° .´30´ S y 51° 48´ W -290 m de profundidad).
Atlántico Sur, los símbolos en forma de círculos indican los lugares de recaptura de cazones (Galeorhinus galeus) en el Canal Culebra (40.2° S y 62.1° W – 15 m de profundidad), Bahía San Blas, frente a la costa de Mar del Plata (38° 24´ S y 57° 18 W – 40 m de profundidad) y en aguas Uruguayas (35° .´30´ S y 51° 48´ W -290 m de profundidad).– Como las aves que realizan grandes migraciones, muchas especies migratorias de tiburones en su camino encuentran sitios claves de reproducción y alimentación, los cuales son cruciales conocer para ayudar a preservar la especie. Al contrario de las rutas migratorias de aves que son conocidas por ser fácilmente trazables y monitoreadas, se conoce muy poco sobre las rutas de peces y tiburones en el Atlántico Sur occidental. Se espera, en el futuro, y gracias a la ayuda de pescadores artesanales, industriales y deportivos que reportan sus recapturas, contar con otras piezas del rompecabezas para conocer y así cuidar mejor nuestro patrimonio natural. La pesca del cazón tuvo su mayor auge durante la Segunda Guerra Mundial dada la fuerte demanda de Vitamina A que posee el hígado de esta especie. Luego del colapso de la población del Atlántico Norte, la pesca de esta especie tuvo una rentabilidad extraordinaria en la región. Al mismo tiempo que esta “fiebre de pesca” levantó las primeras industrias pesqueras de Argentina, lideradas en su mayoría por inmigrantes italianos, llevó casi al colapso a la población de la especie. La situación actual del cazón no es mucho mejor, ya que estudios recientes estiman que las poblaciones continúan en un estado crítico.- (adnrionegro.com.ar)