De acuerdo con el Departamento de Salud de Washington, Estados Unidos, el pescado contiene importantes nutrientes para el organismo, como fósforo, calcio, yodo, magnesio, potasio y hierro. Entre las mejores opciones para ingerir proteína animal está el pescado, ya que aporta excelentes nutrientes como omega-3 y vitaminas D y la B2, es de las proteínas más limpias, con bajas calorías y baja en grasa. De acuerdo con el Departamento de Salud de Washington, Estados Unidos, el pescado contiene importantes nutrientes para el organismo, como fósforo, calcio, yodo, magnesio, potasio y hierro. Sin embargo, es conocido que los peces, debido a la contaminación, llevan en su organismo sustancias tóxicas como plástico y mercurio. Según la Universidad de Harvard, la mayoría de pescados y animales del mar poseen mercurio, pero existen algunos que son los que menos cantidad tienen de este químico. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos asegura que los pescados que menos mercurio tienen son las sardinas. Según esta entidad, las sardinas tienen únicamente 0,012, siendo la concentración más alta en promedio de 0,083. Pescados como el salmón enlatado traen 0,014 ppm (niveles de concentración de mercurio) y fresco 0,022. Por otra parte, el bagre tiene una concentración es de 0,024 y la tilapia 0,013, por lo que las sardinas son la mejor opción para consumir sin tener mayores riesgos de ingerir mercurio.
De acuerdo con el gobierno de México, los beneficios del consumo de sardinas son:
Puede ayudar a disminuir el colesterol.
Tiene altos niveles de proteínas. Contiene vitamina B12, que puede ayudar con los problemas estomacales, ademas de tener la vitamina B6 que puede ayudar a reducir la depresión y el asma. Puede ayudar a prevenir la anemia, porque es baja en calorías y contiene vitaminas A, B y D. Las sardinas también son una opción para incluir en el almuerzo o la cena, pues son muy versátiles a la hora de prepararlos, pues si vienen enlatadas se pueden consumir directamente o guisarlo con cebolla y tomate. Una publicación de la Universidad de California en Berkeley indicó que los ácidos grasos omega-3 presentes en las sardinas previenen los trastornos en el estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión. Investigadores del Centro Médico Chi-Mei señalan que nuestro cerebro está conformado por un 60% de grasa, por lo que estos ácidos esenciales mejoran la función del sistema nervioso central. Algunas personas con afecciones específicas, como la hiperuricemia o la gota, deben tener cuidado con el consumo de sardinas debido a su contenido de purinas. De todos modos, es importante recordar que el consumo de sardinas no reemplaza las recomendaciones médicas ni la medicación cuando sea necesario para controlar el colesterol alto. Lo mejor es consumirlas al horno o al vapor para conservar sus propiedades nutricionales. https://www.elpais.com.uy
