Crecida impacta de “manera positiva” en el “proceso productivo de muchas especies” del río Uruguay

0
200

En sus periódicos relevamientos, la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) difundió en marzo pasado una lista de tallas mínimas de los peces más típicos de ese curso de agua, para tener en cuenta en las actividades de pesca. En el informe, además, el organismo resalta el aumento de “individuos juveniles de especies de valor económico” como sábalos, bogas, dorados y surubíes, en un fenómeno que viene de la mano de las recientes inundaciones. Las últimas crecientes impactaron “sin duda” de “manera positiva en el proceso reproductivo de muchas especies”, dijeron a EL TELEGRAFO los asesores de pesca de CARU, Rossana Fotti y Carlos Fuente. Esto “permite desencadenar procesos biológicos”, continuaron. “Los eventos de inundación son positivos y necesarios para la reproducción de la mayoría de las especies de peces del río Uruguay. La inundación permite que los huevos y larvas sean transportados a las lagunas, bañados y esteros que se forman luego de la inundación, y es en estos ambientes donde los peces juveniles encuentran las condiciones óptimas para su desarrollo. Como es usual durante los años de inundación prolongada, se registró la entrada de un número importante de individuos de las especies de interés comercial como el sábalo, los dorados y los surubíes”, remarcaron.
Dejaron en claro, no obstante, que las inundaciones “no tienen relación” con la talla mínima de captura. “La talla mínima es un valor establecido para la cobertura permanente de la capacidad de repoblar que tiene una especie, y no se modifica por las variaciones ambientales”, aseguraron. Para establecer esa medida, CARU utiliza estudios de la biología de la especie en los que se incluyen aspectos reproductivos y de crecimiento. “De esta forma y a partir de parámetros biológicos básicos relativos a la edad y talla en el momento en que se alcanza la primera madurez sexual se define la talla mínima de captura, que es la talla de los ejemplares donde al menos han alcanzado un ciclo reproductivo”, indicaron Fotti y Fuente. Añadieron que no respetarla significa que la pesca incide en el segmento de población que aún no ha alcanzado su primera madurez sexual (virginales) y, por tanto, se influye sobre el futuro aporte de descendencia de la especie. “El río Uruguay es uno de los principales tributarios que conforman la Cuenca del Plata junto a los ríos Paraná y Paraguay, ente otros”, respondieron en referencia a una posible especie en extinción en el paterno. “En tal sentido, las especies que conforman la ictiofauna del río Uruguay son de amplia distribución y un gran porcentaje de ellas posee características migratorias, por lo que su presencia se registra en toda la región. Sin embargo, los cuerpos de agua continentales están sujetos a innumerables modificaciones o impactos que inciden sobre el ecosistema donde algunas especies, dependiendo de su ciclo biológico y capacidad de adaptación, modifican su distribución, lo que no debería interpretarse como extinción”.
Para que una especie se considere extinta, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ente dedicado a la conservación de los recursos naturales, otorga esa categoría cuando se tiene la certeza de la desaparición física de todos los individuos que la componen. “Esta categorización debe estar fundada en estudios exhaustivos tanto en lo que respecta a su distribución espacial, así como a escala temporal por lo que hasta el presente no se dispone de información de especies extintas”, aseveraron los asesores de pesca de CARU. En cuanto a las variedades de peces que se pueden encontrar en el río Uruguay, dijeron que los grupos mayoritarios son los characiformes (por ejemplo, mojarras, dorados, tarariras, sábalos) y siluriformes (bagres y viejas de agua). “En todos los ecosistemas acuáticos las especies se sitúan en diferentes niveles de acuerdo a su hábito alimentario dentro de la comunidad. Dentro de las especies de interés pesquero, la mayor abundancia corresponde a aquellas que ocupan niveles más bajos dentro de la red trófica como es el caso del sábalo entre otros, cuyo régimen alimenticio está asociado al fondo, y son las que sustentan los niveles más altos como es el caso de los carnívoros como el dorado o el surubí cuyas abundancias son menores”.
https://www.eltelegrafo.com/

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí