Hay que consumir combustibles con menos azufre. Como quien dice estamos a pocos días de la entrada en acción de la orden de la Organización Marítima Internacional de Naciones Unidas (OMI) que obliga a los barcos del mundo usar un nuevo tipo de combustible de mucho menor contenido de azufre, En efecto, a partir del primero de enero de 2020, los motores o máquinas de las naves del mundo deberán dejar de consumir el tradicional bunker de 3.5% de contenido de azufre y pasar al de 0.5% contenido de azufre. Aunque el transporte marítimo es el medio menos contaminante del mundo, tan plausible decisión ya está trayendo enormes problemas de diversa índole como, por ejemplo, lograr el fácil suministro del nuevo combustible en cualquier parte del mundo que por ahora solo existe en contados lugares y por supuesto, su enorme costo, que por ahora parece que es el doble del tradicional combustible y que sin duda incidirá en los valores de los fletes. Si señor, estamos hablando de los barcos mas baratos y mas competitivos que son los graneleros y entre ellos los hay nuevos y con algunos años. Muchos de estos últimos no podrán incorporar “scrubbers” por su alto costo, o costo millonario y los más nuevos no tendrán otra solución que consumir el nuevo combustible e incrementar los costos de los fletes. Va a ser complicado usar en parte los anteriores combustibles porque habrá inspecciones. Luego tenemos los portacontenedores que son barcos caros, los hay muy grandes y muy modernos. Muchos de ellos si usan el nuevo combustible no podrán competir y menos aún usar el viejo combustible utilizando un “scrubber” (depurador) que cuesta muchos millones de dólares y un barco viejo no soportaría tal inversión. También tenemos las nuevas disposiciones de puertos de Europa y los Estados Unidos, que no recibirán naves que sus motores consuman el combustible de alto contenido de azufre o carezcan de “scrubbers” bien eficientes porque hay dispositivos de este tipo menos exigentes. Pero por las informaciones que tenemos, parece que se han instalado más “scrubbers” en los barcos que lo proyectado en un principio. Esto se nota mayormente en los barcos de servicio entre Asia y Europa. Suponemos que también habrá con el debido tiempo competencia de precios por el nuevo bunker. Las refinerías serán más eficientes y podrán bajar costos. Por el momento, hay presión hasta bancaria a favor de reducir la contaminación ambiental. Dicen que 11 bancos con un capital de 100 mil millones están mirando con lupa otorgar préstamos a empresas navieras que no sean rigurosas con la aplicación de estas medidas menos contaminantes. Así que “scrubber” o no “scrubber” a los armadores les quedan tres caminos: llenar el tanque con el nuevo combustible, seguir usando combustible de alto contenido de azufre pero equipado con “scrubber” o usar el otro tipo de combustible que es el gas natural licuado.
Las aguas
La contaminación de las aguas del Río de la Plata y de esta parte del Atlántico a causa de la operación de suelta de lastre que hacen los barcos antes de ir a cargar a la Argentina y Montevideo está creando serios problemas que nos dicen los microorganismos llegados de otras aguas del mundo ya están en las aguas del Paraná. Hace años que este asunto está presente en el escenario platense a pesar de las reglamentaciones existentes. Es un tema que hay que actualizar. https://negocios.elpais.com.uy/