COMIENZA EL BUCEO HACIA LA HISTORIA

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Una empresa marítima comenzará hoy a colocar boyas para delimitar un área de 200 metros de diámetro en las aguas de Colonia del Sacramento. El objetivo es demarcar el perímetro en el que se iniciarán los trabajos de buceo sobre el buque de guerra inglés Lord Clive, hundido en combate en 1763, según informó Rubén Collado a El País.

 

«Estamos por alquilar un pequeño hotel para alojar a los que nos vengan a visitar. Estuvimos hablando con las autoridades locales y con las del gobierno nacional. Hay una empresa uruguaya que se va a encargar de la primera etapa del proyecto. Hace mucho que trabaja acá en movimientos náuticos, tanto en transporte a barcos como en construcción de puertos. También tiene buzos. Va a hacer todo el trabajo de extracción de las piedras que están encima de la cubierta del Lord Clive», explicó el buscador de tesoros, quien desde hace años se encuentra afincado en Colonia. Luego de hundirse en combate el 6 de enero de 1763, el buque fue tapado con piedras para evitar su reflotamiento. Se utilizaron piedras de las murallas, que Collado quiere llevar nuevamente a tierra para reconstruir un lienzo de las antiguas fortificaciones de Colonia, junto con un parque temático que contenga las piezas rescatadas, e incluso el casco del histórico navío. El barco se encuentra perfectamente identificado a 350 metros de la costa y a 6 metros de profundidad,  en un antiguo canal de ingreso a la bahía.

«Conocemos el lugar exacto donde está. Bajamos y había varias piedras. Al empezar a moverlas, vimos que había anclas y otras cosas. Nos dieron el permiso para identificarlo, como ha pasado con otros barcos naufragados. Subimos algunos elementos, los fotografiamos y los filmamos. Y después los bajamos a su lugar. No se ve nada ahí abajo, no hay ningún tipo de luz, ni fría ni cálida, que disipe la oscuridad. Pero creo que no debe estar toda la cubierta tapada de piedras», indicó el rescatista.- El próximo miércoles Collado hará una presentación abierta sobre el proyecto para las fuerzas vivas del departamento. Se hará a partir de las 9:00 de la mañana en el Yacht Club de Colonia. «La idea es integrarnos, para ver cómo podemos ayudar nosotros y cómo nos pueden ayudar, para que Colonia empiece a tener brillo otra vez. Hay muy poca cosa para hacer acá, porque por más que Colonia sea Patrimonio de la Humanidad, la persona que viene una vez, ve todo en 3 horas. ¿Qué va a venir a hacer una segunda vez?», se preguntó el rescatista. Según los planes, la empresa uruguaya retirará las piedras que se encuentran sobre la cubierta del barco para despejar el aérea de trabajo. Allí, inevitablemente, comenzarán a emerger elementos históricos, ya que el sitio del naufragio se encuentra «encapsulado» entre las rocas y el fango. Luego, se pretende retirar el barro de los costados del casco utilizando una sorbona (una especie de aspiradora submarina), para pasar enormes lingas por debajo e izarlo hasta 1 metro sobre la superficie del agua. Para esto se necesitará una enorme grúa y una plataforma, además de construir una «parrilla» prácticamente del tamaño del casco para que las lingas no se cierren por encima del barco apretándolo y destruyéndolo. En la última etapa, el casco semisumergido (por tanto «contenido» y más liviano) sería trasladado a la costa. Para llevar adelante esta etapa, Collado contactó a la empresa argentina Raúl A. Negro & Cía., con la cual ya trabajó sobre los restos del Lord Clive, una firma líder en el mercado del salvamento y el buceo en el Mercosur. Negro &Cía participó en 2009 del rescate del barco Polar Mist, que se hundió cuando trasladaba 9.6 toneladas de oro y fue hallado a 80 metros de profundidad en aguas jurisdiccionales argentinas, a la altura de la Provincia de Santa Cruz.

PERMISO EN MANO.- El 26 de febrero de este año, a horas de terminar su mandato, el ex presidente José Mujica autorizó la suscripción de un contrato de rescate de «los restos, la carga, el alistamiento y cualquier objeto del navío Lord Clive» entre el Estado (Ministerio de Defensa Nacional-Comando General de la Armada- Prefectura Nacional Naval) y Rubén Collado Amatriain. El contrato terminó con muchos años de negativas del gobierno (en especial de la Comisión de Patrimonio Histórico) a la actividad de los rescatistas privados. Si bien los contratos de rescate que se han hecho en las últimas décadas establecen un reparto de lo recuperado de 50 % para la parte privada y 50 % para el Estado, en este caso Collado se comprometió a donar el 10 % del beneficio bruto extraído que a él le pertenezca a la Prefectura Nacional Naval, «para la compra de equipamiento especializado». Esto representa el 5% del beneficio bruto total. En otros casos, el Estado ha cedido al privado derechos sobre hallazgos circunstanciales que pudieran ocurrir en la zona de búsqueda. Esta vez, el contrato señala que Collado desiste «de los derechos que le pudieran corresponder en los demás presuntos pecios (restos de naufragios) ubicados dentro de la zona». De todos modos, tendrá «preferencia» sobre ellos en el otorgamiento de nuevos permisos de rescate.

LA MUERTE DE UN LORD INGLÉS.- El Lord Clive ancló frente a lo que es hoy el Bastión de Santa, Rita con 500 tripulantes entre marinería y artilleros. El capitán de la escuadra, Robert Mac Namara (un oficial de la East India Company), decidió en la tarde del 5 de enero de 1763 el plan de ataque, que debía realizarse ni bien amaneciese el día 6. En el día de Reyes, la jornada clareaba con un cielo totalmente despejado y elevada temperatura. Los dos barcos cardinales de la escuadra, el Lord Clive y el Ambuscade, quedaron a escasos 350 metros de la costa. Con una batería corta, los españoles no tenían mayor problema en impactar contra el imponente navío inglés, utilizando incluso «balas rojas», que se calentaban previamente para provocar incendios a bordo. El Lord Clive se incendió y se hundió. Entre los muertos estuvo el capitán Mac Namara.- (El País)

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