Reyna Torres, la abuela del remero Marcos Sarraute, triple medallista en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, le dedicó una carta al Montevideo Rowing Club, institución que fue corrida de su sede por la reforma de la rambla portuaria. Este es el texto que Torres le dedicó al club insignia del remo uruguayo y referente de la historia del deporte nacional:
«ADIÓS MI MONTEVIDEO ROWING CLUB. El gallego Víctor Soliño Seminario, residente desde niño en Montevideo, dejó plasmada en la letra del tango “Adiós mi barrio” del año 1930, una estrofa que aplica al Montevideo Rowing Club, para este fin de año 2023. Es que “La piqueta fatal del progreso” lo está arrancando de la sede de la Rambla Edison y San Fructuoso y junto con el local se lleva “mil recuerdos queridos y parece que el mar en un rezo, demostrara también su emoción”. Los remeros montevideanos que formaron parte de las tripulaciones del Panamericano Chile 2023 y que trajeron al Uruguay 2 medallas de oro, 2 medallas de plata y 1 medalla de bronce, (en un total de 10 medallas que obtuvieron todos los deportes en la instancia), se quedan sin sede. Ganar una competencia implica -además- pensar en el futuro, en las nuevas trayectorias de los nuevos jóvenes que aportarán al deporte y por supuesto, pensar en aquellos deportistas que, regresando y apostando por vivir en Uruguay, han de seguir el proceso. El entrenamiento deportivo exige cotidianeidad, acompañamiento, instalaciones, equipos, personas formadas que atiendan la integralidad de la persona que se dedica al deporte. ¿Cómo puede ocurrir este proceso sin una base material de un local realizado para cumplir las finalidades del deporte? Los remeros montevideanos se quedan sin sede. La piqueta portuaria se lleva la sede del Montevideo Rowing Club, su historia, sus paredes, sus techos, su planchada, y lo hace, contrariamente a lo que sucedió en su origen, puesto que fue el puerto quien alentó al desarrollo del remo. Esto no es un tema de melancolía. Es un tema de proyectos de vida que se les restringen a los jóvenes montevideanos y los remeros que volvieron al país y que forman parte de sus huestes. Hacer deporte, es bastante más que pegarle a la pelota; esto lo sabían los ingleses cuando acercaron al Estado Oriental del Uruguay, en el año 1874, la opción de hacer regatas deportivas. Como sostiene Gastón Laborido, el Montevideo Rowing Club fue el primer club de remo del Uruguay y aportó “deportistas que obtuvieron medallas de bronce y plata en los Juegos Olímpicos de 1932, 1948 y 1952”. Y explica: “Surgió el 8 de mayo de 1874 como institución deportiva de residentes británicos” (….) Muchos de sus fundadores estaban ligados directamente a las tareas del puerto: eran dueños de barracas de importación (como Wilson o Elliot); o de muelles particulares (como los de Victoria y Colón); o los industriales relacionados con la reparación de barcos y varaderos (como Federico Humphereys); o simplemente residentes ingleses que ya habían practicado remo en el Támesis (como Fraser o Ludeke)”; fue su primer presidente el Dr. José Eugenio Ellauri Obes, también en ese momento, presidente del Estado. Hoy en día, no son los ingleses quienes conforman la plantilla deportiva. Son jóvenes uruguayos que aman el remo y que, están viendo cómo la piqueta del crecimiento del puerto, se les lleva sus sueños. Marcha que tengo que marchar o de los séniors del Campeonato Uruguayo 2023. Los remeros “séniors” del Montevideo Rowing, el fin de semana del sábado 19 y domingo 20 de noviembre, a pesar de las peripecias que viven, se presentaron en el Campeonato Uruguayo 2023 y se pusieron al cuello 13 medallas de las 17 en disputa. Es que, como dicen los gallegos, “A POCO VIENTO, 45 REMOS SIN CUENTO”. A poco viento que sopla para solucionar su pérdida de sede, ellos, los séniors del Montevideo Rowing, tripularon, dieron con el rumbo, hicieron giros y curvas y llevaron con sus palas botes a la victoria, porque saben que, hay que marchar para que otros marchen».