El canciller de Paraguay, Luis Alberto Castiglioni, comentó que desde el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) cuentan con información que les hace pensar en un cierre del acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE) «a corto plazo».
Castiglioni señaló que las últimas decisiones acordadas en las reuniones de cancilleres y de equipos técnicos en Montevideo (Uruguay) hace un par de semanas fueron bien recibidas en Bruselas, lo que les hace mantenerse con «mucho optimismo» ante una posible firma.
«Hemos hecho algunos movimientos muy importantes, que tenemos informaciones oficiosas que han sido valoradas por la contraparte europea. Tenemos mucho optimismo en que (…) puedan tener unas respuestas en ese sentido coherentes y nos permita pensar en un acuerdo a corto plazo», expresó el canciller.
Ese optimismo que se manifiesta en el bloque sudamericano responde al avance en el cierre de los capítulos negociadores, con «muy pocos» por concluir y con «dos terceras partes» de las propuestas del Mercosur «contestadas plenamente».
El canciller paraguayo agregó que todavía quedan algunas reuniones, aunque su carácter dependerá de los avances, por lo que «no se descarta» que ya sea «a nivel de los Jefes de Gobierno».
El deseo de Paraguay es que el acuerdo se alcance antes de fin de año o para el primer trimestre de 2019, según apuntó Castiglioni.
Al margen de la evolución de las negociaciones, el canciller insistió en que el Mercosur ha demostrado «voluntad política» en este último impulso.
«Este acuerdo tan importante para los dos bloques y también como un mensaje en un momento muy particular en el que los dos grandes espacios, Mercosur y la UE, están diciendo al mundo que este es el camino. Este es el modelo que nos va a llevar hacia un futuro en el que podamos prosperar todo», concluyó.
El jueves, la embajadora Valeria Csukasi, directora general para Asuntos de Integración y Mercosur de Cancillería de Uruguay dijo que hay problemas de entendimiento entre ambos bloques que llevaron la negociación a «una nebulosa», con puntos clave sin resolver pero sin consenso tampoco en otras áreas menores. Subrayó que la última oferta enviada debe interpretarse por los europeos como «un límite» en la negociación.
A su entender, uno de los problemas del diálogo con la UE es que no logran entender «lo que es» y cómo funciona el Mercosur, ni «los límites» del bloque para lograr un acuerdo. El Mercosur y la Unión Europea negocian desde 1999, aunque las negociaciones estuvieron completamente bloqueadas entre 2004 y 2010 y solo se retomaron en 2016.
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