El nacra 17 de Pablo Defazio y Dominique Knuppel fue el barco uruguayo mejor posicionado en el Mundial de   yachting disputado la semana pasada en Aarhus, Dinamarca. El catamarán terminó en el puesto 23º (entre 68 binomios) ganando incluso una de las 13 regatas y finalizó 15º por países cuando los ocho primeros firmaban su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.Sin embargo, la ruta a Tokio 2020 quedó ahora en riesgo por el factor económico, tan determinante en este tipo de deportes donde los barcos son caros y las campañas tienen enormes costos: reparaciones, velas, logística, pasajes, hospedajes, alimentación, traslado del barco, lógistica… 

«Consideramos que si bien en algún momento estuvimos cerca en puntos de obtener el cupo olímpico, el campeonato era largo y ese no era nuestro objetivo real. El objetivo si bien era pelear por esos cupos, como resultado real era entrar entre los 13 paises. Sabíamos que había mucho nivel y que iba a ser difícil en esta instancia estar entre las ocho plazas olímpicas. Todavía nos falta seguir trabajando y confiamos en que si hacemos un buen trabajo para el 2019 podremos obtener el cupo antes de la clasificación continental», explicó Defazio a Referí. «Por otra parte para nosotros haber ganado una regata y obtener un segundo puesto, habla que tenemos potencial para poder pelear más arriba, pero creemos que tenemos que trabajar en otras áreas que entendemos que aún nos faltan», agregó.Defazio fue olímpico con Mariana Foglia en Río 2016. Posteriormente se introdujeron cambios en el catamarán en que navegan y el arranque de la campaña olímpica lo está haciendo con Knuppel ya que su esposa, Foglia dio a luz su segundo hijo: «Con Dominique estamos conociéndonos y puliendo muchas cosas como equipo aún. Tenemos pocas regatas y las mismas son bien diferentes a un entrenamiento. Hemos hecho una aceleración en esto lo más posible y hemos mejorado el trabajo en equipo arriba del barco. Nos sentimos cómodos navegando y el barco nuevo es bien diferente pero la experiencia del anterior ha servido mucho. Y también el aporte de nuestro entrenador allá y de quienes nos ayudaron a entrenar en Uruguay han hecho que el proceso sea más rápido».

La crisis económica

Pero al hablar del futuro Defazio hizo una pausa y tendió un manto de dudas: «La campaña olímpica hoy la tenemos en stand by pensando a largo plazo. A corto plazo está el Sudamericano del 20 al 24 de noviembre que reparte cupos para los Juegos Panamericanos de Lima 2019. El motivo de no saber el futuro es pura y exclusivamente económico. Entendemos que tenemos potencial para pelear más arriba pero los recursos que tenemos son muy pocos». «Recibimos apoyo de nuestros espónsores Peugeot, Under Armour, Clínica Gioscia, EMV marine y de la Fundación Deporte Uruguay (que se nutre de fondos aportados por el Comité Olímpico Uruguayo y la Secretaría Nacional del Deporte) y del Yacht Club Uruguayo que nos ayudaron a hacer estos dos campeonatos (antes fueron al Europeo de Gydnia y fueron 24º) y entrenamientos en Europa y es un soporte enorme para nosotros. Pero la realidad es que no es suficiente. No hemos cubierto los costos totales de este campeonato. El barco tiene que volver de Europa y no tenemos aún el dinero para costearlo. Estamos buscando más empresas que crean en nuestro proyecto y nos ayuden en este camino rumbo a Tokio ya que entendemos que es la única forma de poder continuar», manifestó el timonel del grupo.

«Tenemos que pagar el traslado del barco antes del 16 de setiembre y todavía no tenemos los fondos para costearlo», agregó. 

«A futuro el panorama es igual por ahora. Hemos tocado varias puertas para este año en cuanto a espónsores sin mucha suerte. Y son los únicos recursos que podemos conseguir a futuro ya que sabemos que lo que venga del gobierno no será suficiente. Queremos hacer una buena preparación y poder competir a nivel internacional de buena forma. Sin financiación esto es difícil. Te lo resumo en esto: desde Río 2016 competimos solo en tres campeonatos cuando los equipos normales hacen cinco al año», expresó.

De seguir con la campaña, el año próximo habrá un mundial que otorgará cinco plazas por países. «Tendríamos que pelear con España, Alemania, Estados Unidos, Finlandia, Suecia y Noruega», comentó Defazio.  «Si no lo obtuviéramos ahí hoy, en 2020 tendremos el torneo clasificatorio continental en Sudamérica y el nivel que tenemos actualmente nos daría más confianza que en el ciclo pasado. Argentina y Brasil están clasificados y eso nos allana el camino a Tokio porque luego de ellos estamos nosotros en cuanto a nivel hoy por hoy», destacó.

A entrenar con Santiago Lange y compañía

Además, los uruguayos tienen posibilidad de entrenar con los argentinos y brasileños que se clasificaron. «Estamos en contacto con Santiago Lange que no solo vendrá a uruguay, a Punta del Este, a entrenar si no que trae al austríaco Thomas Zajack que fue bronce en Río y a un Inglés que es muy bueno también. O sea que se armará un lindo grupo de entrenamiento en Uruguay que nos sumaremos lo más posible ya que para nosotros el verano uruguayo es cuando tenemos que trabajar ambos. Pero haremos lo posible por sumarnos a ellos en lo que podamos», reveló. ¿Vuelve Mariana?

«Mariana está volviendo a ponerse a punto físicamente. No descartamos que vuelva. Ahora que el barco vuelve, ya que hace unos meses no sabíamos, es una buena oportunidad para que comience a navegar y se acostumbre al barco. Lo mejor es que estemos nuevamente los tres en el equipo. Es un barco más extremo que el anterior y las posibilidades de lesiones son más grandes para el tripulante. Es importante que estemos los tres. Así comenzamos y así seguiremos», concluyó.  https://www.referi.uy