La empresa Cargo Line impulsa la construcción de una terminal multipropósito en el departamento de Soriano, con una inversión estimada entre 200 y 300 millones de dólares. Este puerto, ubicado al norte de la histórica playa La Agraciada, podría convertirse en una nueva salida al mar para Paraguay, facilitando sus exportaciones, así como las de Bolivia, que dependen de terceros países para llegar a mercados internacionales. Según el exintendente de Soriano, Guillermo Besozzi, los trámites administrativos están avanzados en organismos estatales como los ministerios de Transporte y Medio Ambiente. Además, explicó que el predio donde se instalará el puerto ya fue reclasificado como zona suburbana, ya que la normativa no permite puertos en áreas rurales. La construcción de la terminal generará entre 200 y 250 empleos y se ubicará a unos 30 kilómetros de Nueva Palmira y 41 kilómetros de Dolores. El proyecto también ha captado atención a nivel político: el presidente uruguayo, Yamandú Orsi, trató el tema en su primer día de gobierno con su par paraguayo, Santiago Peña. Tras el encuentro, Peña destacó la importancia de los puertos uruguayos para la economía de su país y expresó su interés en mejorar la navegabilidad de la Hidrovía Paraná-Paraguay.
Un puerto clave para la región
El plan de Cargo Line incluye la construcción de un muelle para buques oceánicos y barcazas fluviales en el Río Uruguay. También se prevé una terminal de almacenamiento para celulosa, otra para graneles líquidos y una tercera para cargas generales. Se estima que la celulosa, producida en Paraguay por la empresa Paracel, alcanzará un movimiento anual de hasta 1,8 millones de toneladas. Además, el combustible renovable producido en Paraguay por Omega Green tendrá una capacidad de exportación de 900.000 metros cúbicos anuales.
Desde Cargo Line aseguran que el proyecto beneficiará a Uruguay al generar empleo y dinamizar la economía. Además, destacaron que la terminal fortalecerá la posición del país como un punto clave para el comercio internacional, complementando la infraestructura portuaria existente en Nueva Palmira.
Si se cumplen los plazos previstos, las obras podrían comenzar entre 2025 y 2026, aunque los inversores siguen atentos a la aprobación de los permisos necesarios.
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