Varios parlamentarios británicos han denunciado ante la Comisión de Auditoría Ambiental de la Cámara de los Comunes el hallazgo de petróleo en la Antártida por parte de Rusia. En concreto, se han encontrado 511.000 millones de barriles, esto es el equivalente a la producción del Mar del Norte en los últimos 50 años. El hallazgo ha tenido lugar en la región Mar de Weddell, un área sobre la que Argentina, Chile y Reino Unido reclaman soberanía. Aunque Rusia no ha hablado de ningún proyecto en concreto con este petróleo, varios diputados del Reino Unido lo consideran una amenaza. «Suena a más que explotación de minerales», ha dicho la laborista Anna McMorrin en declaraciones recogidas por la CNN. Las preocupaciones que se han alertado van en la línea de que el Kremlin podría estar tratando de reafirmar su presencia en este continente. La Antártida se rige por el Tratado Antártico, vigente desde 1959 y del que forman parte 53 países, entre los que se encuentra España desde 1995. Según esta norma, el continente es una reserva natural dedicada a la ciencia y a la naturaleza y ninguna nación es su propietaria. Por lo tanto, se establece que las actividades petroleras con otros fines más allá de los científicos están prohibidas allí.